Mathieu van der Poel se cuestiona seguir corriendo ciclocross

El mundo del ciclismo vive días de gloria y de incertidumbre simultánea, especialmente cuando una de sus máximas figuras, el neerlandés Mathieu van der Poel, se encuentra en una encrucijada vital para su carrera deportiva. A pesar de su dominio aplastante en las últimas temporadas, Mathieu van der Poel se cuestiona seguir corriendo ciclocross más allá de un horizonte muy cercano. Esta noticia ha caído como un jarro de agua fría sobre los aficionados que llenan las campas de Flandes y los Países Bajos cada invierno, esperando ver volar al "holandés errante" sobre el barro.

En este artículo analizaremos en profundidad las razones detrás de estas dudas, el impacto que tendría su retirada de la disciplina invernal y qué objetivos le restan por cumplir a un hombre que ya lo ha ganado prácticamente todo. Desde la gestión de su energía hasta el récord histórico de Eric De Vlaeminck, desgranamos el futuro del actual campeón del mundo.

El retorno del rey y la sombra de la despedida

Diciembre de 2025 ha marcado el regreso de la bestia. Tras una temporada de carretera exitosa, Mathieu van der Poel volvió al barro en Namur y Amberes, demostrando que su nivel sigue estando a años luz del resto de los mortales. Sin embargo, las declaraciones posteriores a sus victorias no fueron de celebración absoluta, sino de reflexión profunda.

El corredor del Alpecin-Deceuninck ha sido brutalmente honesto con la prensa. Tras su victoria en Amberes, dejó caer una frase que resonó en todo el paddock: "No me queda mucho por ganar". Esta afirmación, simple pero devastadora, sugiere que la motivación intrínseca que ha impulsado a Van der Poel durante más de una década de competición invernal está empezando a flaquear. Mathieu van der Poel se cuestiona seguir corriendo ciclocross porque, para un ganador nato como él, la competición pierde sentido si no hay un desafío histórico o una meta inalcanzable que perseguir.

En entrevistas recientes con medios belgas y neerlandeses, Mathieu ha explicado que el ciclocross consume una cantidad ingente de energía. No se trata solo de la hora de esfuerzo agónico los domingos, sino de la preparación específica, la logística de viajes y, sobre todo, la falta de un descanso mental y físico adecuado durante el invierno. Mientras sus rivales de las Grandes Vueltas y las Clásicas descansan o realizan concentraciones de base en climas cálidos, él está exprimiendo su cuerpo al máximo en temperaturas bajo cero.

Un dominio que invita a la reflexión

El problema —si se le puede llamar así— es su propia excelencia. Al ganar repetidamente y con tal autoridad, la emoción de la victoria puede diluirse. En la Copa del Mundo de Namur, su regreso fue triunfal, imponiéndose en solitario tras superar caídas y problemas mecánicos, demostrando una superioridad insultante sobre rivales de la talla de Thibau Nys o Michael Vanthourenhout.

El factor físico: Energía, descanso y carretera

Uno de los argumentos centrales por los que Mathieu van der Poel se cuestiona seguir corriendo ciclocross es la gestión de su "batería" física y mental. El ciclismo moderno se ha profesionalizado hasta el extremo, y los márgenes de mejora se encuentran en la recuperación. Van der Poel, que cumplirá 31 años en enero de 2026, es consciente de que no es inmune al paso del tiempo.

El neerlandés ha declarado: "El ciclocross me toma mucha energía y no hablo sólo de la carrera, sino de todo lo que hay alrededor. No es una decisión que pueda tomar por mi cuenta".

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La preparación para las Clásicas de Primavera

El objetivo principal de Van der Poel sigue siendo agrandar su leyenda en la carretera. Monumentos como el Tour de Flandes, la París-Roubaix o la Milán-San Remo son sus grandes cotos de caza. Existe una corriente de pensamiento, compartida por el propio corredor, de que un invierno sin la intensidad del ciclocross le permitiría llegar más fresco a la primavera, e incluso alargar su pico de forma hacia las Grandes Vueltas como el Tour de Francia.

"Lo haría sobre todo pensando en la carretera, para poder descansar un poco más en invierno. Poder quedarme todo el invierno en España, por ejemplo, y entrenar allí", confesó Van der Poel.

Esta declaración es clave. Van der Poel ha establecido su base de entrenamiento invernal en la región de Alicante, España. El clima benévolo de la Costa Blanca contrasta con el frío y la humedad de Bélgica y los Países Bajos. La tentación de realizar una pretemporada "estándar", acumulando kilómetros de base bajo el sol en lugar de series explosivas en el barro, es cada vez más fuerte. Él mismo ha calificado su mudanza a España como "la mejor inversión de su vida".

El récord de Eric De Vlaeminck: El último gran objetivo

Si Mathieu van der Poel se cuestiona seguir corriendo ciclocross, ¿qué es lo que le mantiene todavía en la competición? La respuesta tiene nombre y apellido: Eric De Vlaeminck.

La leyenda belga ostenta el récord histórico de siete títulos mundiales de ciclocross. Van der Poel, tras su victoria en febrero de 2025, ha igualado o está a punto de superar esa marca (dependiendo de cómo contemos la temporada en curso hacia el mundial de 2026). El objetivo fijado en el horizonte es el Campeonato del Mundo de 2026, que se celebrará en Hulst, en los Países Bajos.

Hulst 2026: ¿El escenario final?

La narrativa parece escrita por un guionista de Hollywood. Retirarse del ciclocross en casa, ante su público, logrando el octavo título mundial que le convertiría en el mejor especialista de la historia en solitario. "Siempre he dicho que sería muy bonito parar en mi país con el récord. Por lo demás, no me quedaría mucho más por lograr en el ciclocross", ha admitido Mathieu.

Este récord es el "combustible" que mantiene encendida la llama. Sin esta meta histórica, es muy probable que la decisión de abandonar el barro ya se hubiera tomado. La posibilidad de superar a De Vlaeminck y dejar una marca que podría tardar décadas en ser batida es un aliciente demasiado goloso para un competidor de su voracidad.

La rivalidad con Wout van Aert y la nueva generación

No se puede hablar de la carrera de Van der Poel sin mencionar a Wout van Aert. Su rivalidad ha definido una era del ciclismo. Sin embargo, la dinámica ha cambiado. Wout van Aert también ha reducido drásticamente su calendario de ciclocross para la temporada 2025-2026, seleccionando sus batallas para priorizar la carretera.

Aunque se han programado varios duelos directos para el invierno de 2025, como en Amberes, Hofstade y Koksijde, la sensación es que ambos gigantes están en una fase de transición.

La resignación de sus rivales es palpable. Corredores como Thibau Nys o Michael Vanthourenhout, excelentes especialistas, saben que cuando Van der Poel está en la línea de salida, compiten por el segundo puesto. "El ciclocross se resigna con Van der Poel: 'Ahora competimos por el segundo puesto'", titularon varios medios tras su exhibición en Namur.

Esta falta de oposición constante, salvo en los días contados en los que Van Aert está al 100%, también contribuye a la fatiga mental. Ganar sin oposición real deja de ser divertido con el tiempo para alguien acostumbrado a la adrenalina del duelo.

Compromisos contractuales y el futuro con Canyon

Es importante matizar que cuando Mathieu van der Poel se cuestiona seguir corriendo ciclocross, no habla de una retirada del ciclismo profesional. De hecho, su futuro está más asegurado que nunca. En marzo de 2024, firmó un contrato histórico de 10 años con Canyon, la marca de bicicletas alemana. Este acuerdo no solo cubre su etapa como corredor activo, sino que lo vincula como embajador de la marca a largo plazo.

Este contrato demuestra la confianza absoluta de los patrocinadores en su figura, independientemente de la disciplina. Si bien Canyon se beneficia enormemente de la exposición en el ciclocross (donde las bicicletas son muy visibles y el material se pone a prueba en condiciones extremas), el valor de mercado de Van der Poel en las Clásicas de carretera y en el Tour de Francia es inmensamente superior a nivel global.

Los hermanos Roodhooft, directores del Alpecin-Deceuninck, también juegan un papel crucial. El equipo tiene sus raíces en el ciclocross, y la presencia de Mathieu es vital para sus patrocinadores invernales. Sin embargo, el equipo ha crecido hasta convertirse en una potencia del WorldTour, y los objetivos han cambiado. La presión para que Mathieu corra cada invierno está disminuyendo en favor de buscar victorias en Monumentos y etapas en Grandes Vueltas.

Análisis técnico: ¿Es mejor ciclista sin el ciclocross?

Esta es la gran pregunta que se hacen los fisiólogos y entrenadores. Tradicionalmente, se pensaba que el ciclocross aportaba una explosividad y un manejo de la bicicleta inigualables, cualidades que Van der Poel ha explotado para ganar en Flandes o en la Strade Bianche.

Sin embargo, el propio Mathieu ha empezado a cuestionar este dogma. "No creo que necesite el ciclocross para alcanzar mi mejor nivel. Tal vez, sin él, incluso podría ser mejor. Si no lo pruebas, no lo sabes", reflexionó.

Ventajas de dejar el CX:

1. Base Aeróbica: Permitiría realizar bloques de entrenamiento de volumen (LSD - Long Slow Distance) en España sin interrupciones de alta intensidad.
2. Recuperación: Evitaría el estrés de los viajes constantes y el desgaste articular y muscular de las carreras de CX.
3. Salud Mental: Un invierno más relajado, disfrutando de su afición por el golf y la vida tranquila en Alicante con su pareja, Roxanne Bertels.
4. Longevidad: Menos carreras explosivas podrían alargar su carrera profesional en carretera hasta bien entrados los 30 años.

Desventajas de dejar el CX:

1. Pérdida de "Chispa": Esa aceleración letal de 0 a 500 vatios en segundos es marca de la casa del CX.
2. Manejo técnico: Aunque ya lo tiene interiorizado, la práctica competitiva mantiene los reflejos agudos para situaciones de caos en el pelotón.
3. Conexión con los fans: El ciclocross es un deporte muy cercano al público; perder a su mayor estrella sería un golpe duro para la disciplina.

La vida en España: Un factor determinante

El cambio de residencia de Mathieu van der Poel a la región de Marina Alta (Alicante) no es un detalle menor. En su entrevista con el medio belga Knack, describió este movimiento como una inversión vital. Allí disfruta de largas horas de entrenamiento bajo el sol, a menudo acompañado de otros profesionales como Remco Evenepoel o Tadej Pogacar, que también frecuentan la zona.

En España, Van der Poel ha encontrado un equilibrio que no tenía en Bélgica. La privacidad es mayor, el clima invita a salir y ha descubierto hobbies como el golf que le ayudan a desconectar. El contraste entre despertar con sol en Calpe y tener que volar a una Bélgica gris y lluviosa para correr una hora en el barro es cada vez más difícil de justificar mentalmente. Mathieu van der Poel se cuestiona seguir corriendo ciclocross precisamente porque ha probado las mieles de una preparación invernal "normal" y placentera.

El impacto en el legado del ciclismo

Si Van der Poel decide colgar la bicicleta de ciclocross en 2026, su legado será intachable. Habrá dominado una era, elevando el nivel del deporte y atrayendo audiencias globales a una disciplina que antes era muy nicho (centrada en Bélgica y Países Bajos).

Ha ganado Mundiales en diferentes categorías, Copas del Mundo, Superprestigios y trofeos X2O. Ha protagonizado duelos que se contarán a las siguientes generaciones. Su posible retirada marcaría el fin de la "Era Dorada" del ciclocross moderno, obligando al deporte a buscar nuevos ídolos.

Pero antes de ese adiós, queda Hulst 2026. La narrativa del "Último Baile" es poderosa. Imaginemos la escena: Van der Poel, con el maillot de su país, buscando el octavo título mundial para romper el récord de De Vlaeminck, en su casa, sabiendo que es la última vez que cruzará esa línea de meta sobre el barro. Es el final perfecto que cualquier deportista soñaría.

El fin de una era se acerca

La realidad es ineludible: Mathieu van der Poel se cuestiona seguir corriendo ciclocross y todas las señales apuntan a que el desenlace está cerca. No es una cuestión de "si", sino de "cuándo". La fecha marcada en rojo es el Mundial de Hulst en 2026.

Para los aficionados, el consejo es simple: disfruten de cada pedalada, de cada paso por los tablones y de cada ataque en la arena que nos regale Mathieu en lo que queda de esta temporada y la siguiente. Estamos viendo a uno de los mejores ciclistas de la historia en su hábitat natural, pero la llamada de la historia en la carretera y la necesidad de una vida más equilibrada están empujando al genio neerlandés a cerrar este capítulo.

Si logra el récord de De Vlaeminck, se irá como el más grande de todos los tiempos en el barro. Y si decide seguir un año más, será un regalo inesperado. Pero la puerta está abierta, y Mathieu ya tiene un pie en el umbral.

Preguntas Frecuentes

¿Por qué Mathieu van der Poel quiere dejar el ciclocross?

Principalmente debido al desgaste físico y mental que supone competir al máximo nivel en invierno sin descanso. También menciona que quiere centrarse más en la temporada de carretera y que le queda poco por ganar en el ciclocross, salvo el récord de títulos mundiales.

¿Cuándo se retiraría Van der Poel del ciclocross?

Aunque no hay confirmación oficial, todo apunta a que podría ser tras el Campeonato del Mundo de 2026 en Hulst (Países Bajos), donde intentaría batir el récord histórico de victorias.

¿Seguirá compitiendo en carretera?

Sí, rotundamente. Mathieu van der Poel tiene contrato con Canyon y el equipo Alpecin-Deceuninck por varios años más (hasta 10 años con Canyon). Su retirada del ciclocross es para potenciar su rendimiento en carretera.

¿Cuál es el récord de Eric De Vlaeminck?

Eric De Vlaeminck ganó el Campeonato del Mundo de Ciclocross en siete ocasiones entre 1966 y 1973. Es el récord absoluto que Van der Poel aspira a superar (llegando a 8 títulos).

¿Dónde vive actualmente Mathieu van der Poel?

Reside en la región de Marina Alta, en Alicante (España), donde aprovecha el buen clima para sus entrenamientos invernales, lo cual es otro factor que le aleja de las competiciones de ciclocross en el norte de Europa.

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