Fernando Gaviria dos meses de prisión y 5000€ de multa
En una noticia que ha conmocionado al mundo del ciclismo internacional, el velocista colombiano Fernando Gaviria ha sido condenado a dos meses de prisión condicional y a una multa de 5.000 euros por conducir bajo los efectos del alcohol en el Principado de Mónaco. La resolución judicial se hizo pública apenas un día después de confirmarse su fichaje por el equipo español Caja Rural–Seguros RGA para la temporada 2026.

Un día de contrastes: del fichaje al juicio
El pasado 25 de noviembre de 2025, el equipo Caja Rural–Seguros RGA anunció con gran entusiasmo la incorporación de Fernando Gaviria, uno de los velocistas más exitosos del ciclismo mundial, con más de cincuenta victorias profesionales a su nombre. Sin embargo, menos de 24 horas después, los titulares cambiaron de tono.
El periódico francés Nice-Matin y medios internacionales como El Colombiano, Caracol Radio, Cyclingnews y Diario de Navarra reportaron que el ciclista antioqueño había comparecido ante un tribunal de Mónaco, donde se le declaró culpable de conducir ebrio y de realizar maniobras peligrosas en la vía pública.
La sorpresa entre sus seguidores fue enorme: en apenas 24 horas, Gaviria pasó del entusiasmo por su nuevo contrato a protagonizar un proceso judicial que despertó un debate global sobre la responsabilidad de los deportistas de élite fuera de la competencia.
Los hechos: una tarde peligrosa en Mónaco
De acuerdo con los reportes oficiales, los hechos ocurrieron el 22 de octubre de 2025, alrededor de la una de la tarde, en una rotonda del distrito de Cantón, Mónaco. La policía local detuvo a Gaviria tras observar una conducción errática y varias infracciones de tráfico, entre ellas no ceder el paso, cruzar una línea continua y circular en sentido contrario.
Al ser sometido a una prueba de alcoholemia, el resultado arrojó una tasa de 1,18 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, equivalente a 2,40 gramos por litro de sangre, lo que representa cinco veces el límite legal permitido en el Principado, que es de 0,25 mg/l.

El presidente del tribunal, Florestan Bellinzona, describió la situación con alarmante claridad:
“Está a una o dos copas de entrar en coma. Es un peligro público”.
Esa contundente frase, recogida por Nice-Matin y replicada por El País y Semana.com, ejemplificó la gravedad del caso. Las autoridades tuvieron incluso que esperar hasta la medianoche para que el ciclista recuperara la sobriedad y pudiera ser formalmente detenido.
Sin abogado y con autodefensa
Uno de los aspectos más llamativos del juicio fue que Fernando Gaviria decidió defenderse a sí mismo, sin representación jurídica. La decisión sorprendió a la prensa europea, que destacó el gesto como una muestra de responsabilidad, aunque también de vulnerabilidad en un proceso legal tan delicado.
Durante su intervención, el corredor colombiano fue directo al reconocer su error y explicar las circunstancias que, según él, lo llevaron a conducir pese a haber bebido:
“Dormí unas horas antes de salir. Pensé que podía llevarme el coche. En retrospectiva, no fue así. Fue un error mío, no lo volveré a hacer. Presentaba estrés laboral y problemas familiares”.
Estas palabras, recogidas por Caracol Radio, El Colombiano y Cyclingnews, mostraron una actitud de arrepentimiento y una tentativa de explicar un comportamiento que él mismo calificó como “inaceptable para un deportista de alto rendimiento”.
El veredicto: Fernando Gaviria dos meses de prisión y 5000€ de multa
El tribunal siguió las recomendaciones del fiscal adjunto Mathias Marchand y dictó una condena de dos meses de prisión condicional, junto con una multa principal de 5.000 euros y la suspensión del permiso de conducción en Mónaco durante dos años.
Además, se le impusieron tres sanciones menores de 45 euros cada una, relacionadas con infracciones de tráfico. Gaviria no deberá ingresar a prisión, siempre que no reincida en delitos similares durante el periodo de prueba.
El castigo y las multas responden, principalmente, a la tasa de alcohol excesiva y la conducción temeraria. La Fiscalía consideró que, por la hora del día —1:15 p.m.—, el tráfico peatonal y vehicular era abundante, lo que incrementó el riesgo de un accidente grave.
El propio magistrado subrayó el impacto potencial del incidente:
“Todo ocurrió en pleno día, con peatones, ciclistas y automovilistas circulando. Usted se convirtió en un peligro para todos. Un hecho así no puede ser ignorado, independientemente de su carrera deportiva”.
Las consecuencias deportivas y personales
La condena llega en un momento crucial de la carrera del ciclista de La Ceja, Antioquia, quien recientemente abandonó el Movistar Team tras tres temporadas y había firmado con el conjunto Caja Rural–Seguros RGA para relanzar su trayectoria en Europa.
Aunque el castigo no afecta directamente su capacidad para competir profesionalmente, sí genera interrogantes dentro del mundo del ciclismo respecto a la imagen y disciplina de los deportistas de élite. Algunos analistas consideran que la sanción podría influir en la relación del pedalista con su nuevo equipo y sus patrocinadores.
A su vez, varios medios como La FM y Publimetro Colombia retomaron declaraciones de fuentes cercanas al equipo navarro, que aseguran que el fichaje sigue en pie, aunque bajo una estricta cláusula de comportamiento y ética profesional.
Desde el entorno del ciclista se ha sugerido que, tras el incidente, Gaviria ha decidido someterse a una rutina de apoyo psicológico y de manejo de estrés, con el fin de evitar situaciones similares en el futuro.
Reacciones en prensa y redes sociales
La prensa mundial se hizo eco rápidamente del caso. Medios especializados como Eurosport, Cyclingnews y El Español destacaron que Gaviria fue hallado conduciendo con “una alcoholemia cinco veces superior al límite legal, a solo una copa de entrar en coma”.
La noticia desencadenó miles de comentarios en redes sociales, entre los que se mezclaron mensajes de crítica y comprensión. En Colombia, figuras deportivas como Mariana Pajón y Rigoberto Urán evitaron pronunciarse directamente, pero usuarios recordaron la importancia de mantener una imagen ejemplar para los nuevos talentos del ciclismo.
El periodista deportivo español Carlos Arribas destacó en El País que este incidente “reabre el debate sobre el aislamiento psicológico que sufren deportistas de alto rendimiento al final de la temporada, cuando se enfrentan a presiones profesionales y personales simultáneamente”.
Contexto personal: entre el éxito y las presiones
Fernando Gaviria Rendón nació en La Ceja (Antioquia) el 19 de agosto de 1994. Con 31 años de edad, es considerado uno de los sprinters más rápidos de su generación. Ha ganado etapas en las tres grandes vueltas: Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España, además de múltiples victorias en campeonatos de pista y ruta.
Durante su pico de rendimiento, con el equipo belga Quick-Step Floors, acumuló más de 40 triunfos entre 2015 y 2019. Su fichaje por el UAE Team Emirates y posteriormente por el Movistar Team lo mantuvo en el circuito WorldTour, aunque los resultados recientes no igualaron sus éxitos iniciales.
El año 2025 se presentaba como una nueva oportunidad para reencauzar su carrera. Su incorporación al Caja Rural–Seguros RGA representaba un intento por recuperar protagonismo y servir de mentor a jóvenes talentos hispanos.
Sin embargo, el episodio en Mónaco evidenció los desafíos emocionales que enfrentan los deportistas de élite cuando su desempeño no cumple con las expectativas o cuando se sienten alejados del máximo nivel competitivo.
Las palabras del juez: ejemplo y advertencia
El juez Bellinzona no solo impuso una pena, también envió un mensaje claro a la comunidad deportiva:
“¿Cree que este estilo de vida es compatible con el de un atleta de élite?”
A lo que Gaviria respondió con humildad:
“No, no lo es. No es normal, lo sé.”
Esa breve conversación se convirtió en una de las frases más repetidas en las redacciones deportivas de Europa y América Latina, reflejando un diálogo simbólico entre el éxito deportivo y la responsabilidad social.
Mónaco y su estricta política vial
Mónaco, hogar habitual de numerosos deportistas de élite —entre ellos pilotos de Fórmula 1, tenistas y futbolistas—, tiene una de las legislaciones de tránsito más severas del continente. Las sanciones se agravan proporcionalmente al nivel de alcohol detectado y al riesgo potencial generado.
En el caso de Fernando Gaviria, el hecho de quintuplicar la tasa permitida y de exponer a terceros en una zona céntrica y concurrida llevó al tribunal a aplicar la máxima severidad posible dentro del marco de una pena condicional.
El proceso judicial fue rápido: apenas duró un día, dentro del sistema de audiencias inmediatas del Principado.
Arrepentimiento y aprendizaje
Tras conocerse la sentencia, Gaviria ofreció unas breves declaraciones al portal Publimetro Colombia, asegurando que asumía completamente la responsabilidad y que esperaba convertir este episodio en una lección de vida:
“Fue un error que no repetiré. He aprendido que ninguna presión justifica poner en riesgo a otros. Agradezco a quienes me han apoyado en este momento difícil.”.
Las reacciones de sus seguidores fueron diversas: muchos valoraron sus palabras como una muestra de madurez, mientras otros expresaron decepción, recordando la visibilidad social que conlleva ser un atleta reconocido.
Implicaciones futuras y próximos pasos
A nivel legal, la pena impuesta en Mónaco no impedirá que Gaviria participe en competiciones ciclistas internacionales. Sin embargo, la prohibición de conducir por dos años en el Principado afectará su vida cotidiana, dado que su residencia principal se encuentra en ese país, donde comparte vecindario con figuras como Charles Leclerc y Novak Djokovic.
Su nuevo equipo, Caja Rural–Seguros RGA, ha reiterado su apoyo mientras el ciclista cumple con las disposiciones judiciales. El cuerpo técnico espera que esta experiencia marque el inicio de una etapa más madura y responsable para el deportista.
En lo deportivo, Gaviria se centrará ahora en la Vuelta a España 2026, carrera que podría significar su redención pública y deportiva.
Un recordatorio sobre la responsabilidad en el deporte
El caso de Fernando Gaviria y sus dos meses de prisión condicional ha reabierto un debate más amplio sobre la salud mental, la presión mediática y el comportamiento fuera de la pista de los deportistas profesionales.
El ciclismo, históricamente marcado por escándalos de dopaje y controversias personales, se enfrenta nuevamente a la pregunta de cómo equilibrar exigencia, exposición y bienestar psicológico.
Numerosos especialistas en psicología deportiva han subrayado que es necesario fortalecer los mecanismos de acompañamiento emocional en los equipos profesionales, algo que el propio Gaviria mencionó como parte de sus futuros compromisos personales.
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