Tomar glucosa en ayunas si eres ciclista
Entrenar en ayunas se ha convertido en una práctica común entre los ciclistas que buscan mejorar su rendimiento metabólico y optimizar la utilización de la grasa como fuente de energía. Sin embargo, surge una pregunta clave: ¿es recomendable tomar glucosa en ayunas si eres ciclista? Este artículo explora en profundidad cómo el cuerpo maneja la glucosa durante el entrenamiento en ayunas, cuándo puede ser necesario consumirla y cómo hacerlo de forma segura para evitar hipoglucemia o pérdida de rendimiento.

¿Qué ocurre en el cuerpo cuando entrenas en ayunas?
Durante la noche, después de varias horas sin comer, el hígado mantiene los niveles de glucosa en sangre gracias a dos procesos fundamentales: la glucogenólisis (liberación de glucosa a partir del glucógeno hepático) y la gluconeogénesis (producción de glucosa nueva a partir de aminoácidos y grasas).
Cuando un ciclista inicia su entrenamiento en este estado de ayuno, los niveles de insulina son bajos y predominan hormonas como el glucagón, la adrenalina y el cortisol, que promueven la movilización de las grasas como combustible principal. Esto impulsa una mayor oxidación de lípidos y reduce el consumo directo de glucosa.
No obstante, esta ventaja metabólica tiene un límite. Con la prolongación del ejercicio o el aumento de la intensidad, las reservas de glucosa se agotan más rápido y el cuerpo puede sufrir una bajada significativa de azúcar en sangre (hipoglucemia), especialmente si no hay ingesta previa o durante la sesión(Diabetes.org).
Efecto de la intensidad
- Entrenamiento suave o moderado (Zona 1 y 2): Ideal para entrenar la oxidación de grasa. Puede realizarse en ayunas durante 60–90 minutos sin necesidad de ingerir glucosa suplementaria.
- Entrenamiento intenso (Zona 3–5): La demanda energética aumenta y el cuerpo necesita glucosa disponible. Si no se aporta, aparecen la fatiga prematura, la pérdida de potencia y el riesgo de hipoglucemia.
Tomar glucosa en ayunas: ¿cuándo tiene sentido?
La idea de tomar glucosa en ayunas si eres ciclista puede parecer contradictoria, pero en algunos contextos puede ser útil.
Cuando el objetivo del entrenamiento en ayunas es mejorar la eficiencia metabólica sin comprometer el rendimiento, una pequeña cantidad de glucosa o un suplemento con carbohidratos simples puede evitar que los niveles de azúcar en sangre caigan por debajo de los umbrales seguros (90 mg/dl).
Por ejemplo:
- Antes de arrancar una tirada larga: una dosis de 10 a 20 g de glucosa puede asegurar estabilidad energética sin romper por completo el estado de ayuno metabólico.
- Durante el pedaleo prolongado: tomar entre 60 y 90 g de carbohidratos por hora es lo que hacen los ciclistas profesionales para mantener la potencia y evitar “la pájara”.
Cuándo evitarla
No es recomendable tomar glucosa en ayunas si el objetivo del entrenamiento es puramente metabólico o adaptativo (mejorar la oxidación de grasa). En este caso, el aporte de azúcar interrumpe los procesos fisiológicos que se quieren entrenar.
Pero si sientes fatiga extrema, mareos o visión borrosa durante tu sesión, seguir forzando el cuerpo sin ingerir glucosa puede ser peligroso. En esos casos, la prioridad debe ser la salud y la prevención de la hipoglucemia.
Cómo medir tu glucosa antes y durante el entrenamiento
El uso de monitores de glucosa continua (CGM) se ha vuelto popular en el ciclismo profesional. Permiten ver en tiempo real las variaciones de glucosa y ajustar la ingesta de carbohidratos según necesidad individual.
Antes de entrenar en ayunas, se recomienda:
- Medir los niveles de glucosa en ayunas. Un rango seguro antes del ejercicio es entre 90 y 124 mg/dl.
- Si está por debajo de 90 mg/dl, considera ingerir 10–15 g de glucosa (tabletas o gel).
- Durante el ejercicio: controla cada 30 min si es posible con un sensor.
- Después del entrenamiento: asegúrate de recuperar los niveles energéticos con alimentos ricos en carbohidratos y proteínas.
Beneficios potenciales de tomar glucosa en ayunas
Aunque parezca paradójico, tomar una pequeña cantidad de glucosa en ayunas puede ofrecer ventajas estratégicas en ciertos contextos de entrenamiento:
1. Prevención de la hipoglucemia
Mantener una reserva mínima de glucosa circulante puede ayudarte a evitar descensos bruscos de azúcar en sesiones largas, especialmente cuando el metabolismo de las grasas aún no está completamente adaptado.
2. Mejora de la estabilidad energética
Una dosis baja de glucosa (unos 10 g) no interfiere drásticamente con la oxidación de grasa, pero sí asegura que el cerebro y los músculos mantengan un funcionamiento estable durante las primeras fases del ejercicio.
3. Rendimiento sostenido en fases de alta intensidad
En subidas prolongadas o en intervalos de potencia, el cuerpo necesita glucosa como sustrato principal. Incluirla estratégicamente en esas secciones permite evitar la fatiga temprana.
4. Aumento del aprovechamiento del entrenamiento
Según investigaciones publicadas en Nutrients y Journal of Applied Physiology, combinar periodos de entrenamiento en ayunas con otros con aporte glucídico mejora las adaptaciones metabólicas sin sacrificar rendimiento.
Riesgos de abusar del entrenamiento en ayunas sin glucosa
La práctica constante de entrenar sin ingerir nada puede volverse contraproducente:
- Hipoglucemia severa: niveles de glucosa por debajo de 70 mg/dl pueden provocar mareos, confusión mental e incluso pérdida de conciencia.
- Disminución de la potencia: las fibras musculares rápidas (tipo II) dependen de la glucosa; su rendimiento cae sin suficiente aporte energético.
- Estrés fisiológico elevado: concentraciones altas de cortisol a largo plazo dificultan la recuperación y pueden favorecer la pérdida de masa muscular.
- Sistema inmunitario más débil: realizar cargas intensas en ayunas eleva el riesgo de infecciones respiratorias y lesiones musculares.
¿Y si practicas ayuno intermitente?
El ayuno intermitente se ha popularizado entre deportistas de resistencia. No implica comer menos, sino distribuir las comidas en ventanas de tiempo concretas, como el protocolo 16/8 (16 horas de ayuno y un periodo de alimentación de 8 horas).
Según un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya, la alimentación restringida en el tiempo puede mejorar el control glucémico, la composición corporal y el rendimiento cuando se combina con entrenamientos planificados.
Sin embargo, es fundamental que las sesiones más exigentes no coincidan con las horas de mayor restricción energética. En esas situaciones, añadir una pequeña dosis de glucosa o un gel puede mantener el equilibrio entre los beneficios metabólicos y la seguridad fisiológica.
Recomendaciones prácticas para ciclistas que entrenan en ayunas
- Evalúa tu objetivo principal.
Si buscas pérdidas de grasa o mejoras metabólicas, mantén los entrenamientos cortos y moderados sin ingesta glucídica. - No sobrepases los 90 minutos.
Más allá de ese punto, la depleción de glucógeno puede comprometer la seguridad y el rendimiento. - Considera usar glucosa líquida o en gel.
Si planeas intensidades altas o un puerto largo, una dosis de entre 10 y 15 g antes o durante puede ser suficiente. - Mantente hidratado.
La deshidratación potencia la sensación de fatiga y reduce la oxidación de grasas. Toma agua con electrolitos o una bebida isotónica ligera. - Recupera bien.
Tras la salida, mezcla carbohidratos de absorción media con una fuente de proteínas magras para reponer los depósitos de glucógeno y reparar la fibra muscular. - Escucha tu cuerpo.
Si notas mareos, debilidad o visión borrosa, interrumpe la sesión y consume una fuente rápida de glucosa.

Alternativas naturales para mantener la glucosa estable
No siempre es necesario recurrir a suplementos industriales. Algunos alimentos naturales de fácil digestión pueden cumplir un papel similar:
- Plátano maduro: rico en glucosa y potasio, ideal antes de entrenar.
- Miel orgánica líquida: una cucharada aporta unos 15 g de carbohidratos simples.
- Zumo natural sin fibra (naranja o uva): proporciona absorción rápida de azúcar.
- Gel casero de dátiles: mezcla de dátiles triturados y agua, libre de aditivos.
Estas opciones, utilizadas correctamente, permiten regular la energía en sesiones de media duración sin perder los efectos del entrenamiento en ayunas parcial.
El papel de las cetonas y la flexibilidad metabólica
Cuando los niveles de glucosa bajan, el cuerpo recurre a las cetonas, moléculas producidas a partir de grasas que actúan como combustible alternativo. Esta producción aumenta en estados de ayuno o durante esfuerzos prolongados.
Algunos ciclistas han intentado potenciar este proceso mediante suplementos de cetonas exógenas, pero los estudios recientes muestran que no ofrecen mejoras significativas en rendimiento y pueden alterar la eficiencia del metabolismo natural de grasas y carbohidratos. Lo más eficaz sigue siendo entrenar de forma planificada, alternando sesiones con y sin glucosa.
Diferencias entre ciclistas amateurs y profesionales
- Ciclista amateur: debe priorizar la seguridad, la hidratación y la progresividad. Los entrenamientos en ayunas no deben ser la norma, sino una herramienta puntual para mejorar la eficiencia energética.
- Ciclista profesional: bajo supervisión médica y nutricional, puede integrar estrategias avanzadas de manipulación de glucosa y ayunos controlados para optimizar la utilización de grasas en etapas largas, sin poner en riesgo su recuperación o salud inmunitaria.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Cuál es el mejor momento para tomar glucosa si entreno en ayunas?
Si vas a superar los 60 minutos o aumentar la intensidad, puedes tomar entre 10 y 20 g de glucosa disuelta en agua justo antes o durante el entrenamiento.
¿Rompe el estado de ayuno metabólico?
Depende de la cantidad. Una dosis baja (< 15 g) eleva ligeramente la glucosa sin interrumpir por completo la adaptación lipídica.
¿Qué pasa si siempre tomo glucosa antes de pedalear?
Tu cuerpo dependerá más del azúcar como fuente energética, lo que limitará la capacidad de oxidar grasas en esfuerzos prolongados.
¿Y si tengo diabetes tipo 1 o tipo 2?
Debes consultar siempre con tu endocrinólogo. La práctica en ayunas necesita vigilancia de los niveles de glucosa para evitar tanto hipoglucemia como hiperglucemia posentrenamiento.
Conclusión: equilibrio entre control glucémico y rendimiento
Tomar glucosa en ayunas si eres ciclista no es una contradicción, sino una herramienta estratégica que, bien utilizada, puede ayudarte a cuidar tu salud y optimizar tu rendimiento. La clave está en individualizar: entender tu metabolismo, tu tipo de entrenamiento y tus objetivos.
Las sesiones cortas y suaves forman parte de la adaptación metabólica; las intensas requieren apoyo energético. Medir la glucosa, escuchar tu cuerpo y saber cuándo añadir un suplemento o alimento natural hace toda la diferencia entre entrenar con inteligencia o poner tu salud en riesgo.
Practica de forma consciente, hidrátate bien y mantén siempre un equilibrio entre el esfuerzo y la recuperación: es la base para pedalear más lejos, con más energía y con mayor seguridad.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Tomar glucosa en ayunas si eres ciclista puedes visitar la categoría Nutrición.

ENTRADAS RELACIONADAS