Llevar AirPods en bici 200 euros que se lo digan a Staune-Mittet
El ciclismo en carretera tiene un encanto propio: silencio, viento y concentración. Pero, entre esas pedaladas, muchos ciclistas buscan acompañarse de música. Sin embargo, en España esa práctica tiene un coste que más de uno ha aprendido por las malas. El caso más reciente es ilustrativo: Johannes Staune-Mittet, joven promesa del ciclismo noruego fichado por Decathlon–CMA CGM, fue multado con 200 euros por llevar AirPods mientras entrenaba en las carreteras de Alicante.
Y aunque pudo reducir la sanción a 100 euros por pronto pago, el incidente ha reavivado el eterno debate: ¿es realmente ilegal o peligroso pedalear con auriculares?

Una multa que sonó fuerte en el pelotón
La noticia saltó cuando Staune-Mittet compartió en su cuenta de Strava —la plataforma por excelencia de los ciclistas— la imagen del boletín de denuncia. En tono irónico tituló la actividad con la frase:
“Supongo que será mejor comprar uno de esos auriculares externos feos que ser multado por llevar AirPods todos los días”.
El joven noruego se encontraba entrenando cerca de Calpe, un enclave alicantino de referencia para los equipos profesionales europeos por su clima y rutas variadas. Durante una sesión de 73 kilómetros, la Guardia Civil lo detuvo y le notificó la sanción por “conducir utilizando auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido”, una infracción tipificada en el artículo 18.2 del Reglamento General de Circulación.
La sanción base es de 200 euros, aunque se reduce a la mitad si se abona en los primeros 20 días.
Según la publicación del portal Brujulabike, las autoridades españolas recuerdan que la bicicleta se considera un vehículo a todos los efectos, por lo que los ciclistas deben respetar las mismas normas básicas de seguridad que un conductor de coche o moto, incluyendo la prohibición de usar auriculares mientras circulan.

Qué dice realmente la ley sobre los auriculares en bicicleta
El Reglamento General de Circulación español es claro en su artículo 18.2:
“Queda prohibido conducir y utilizar cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido, excepto durante la enseñanza o las pruebas para la obtención del permiso de conducción de motocicletas de dos ruedas”.
Esta disposición afecta tanto a coches y motocicletas como a bicicletas y patinetes eléctricos, ya que todos son considerados “vehículos” a efectos legales.
La Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) lo resume sin rodeos:
“No es legal conducir una bicicleta y llevar, bajo ninguna excusa, cascos para escuchar música o para hablar por teléfono.”
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Esto incluye auriculares intraurales, de diadema, inalámbricos, o incluso modelos con modo transparencia, como los AirPods Pro, que permiten escuchar sonido ambiente.
El motivo es simple: la distracción auditiva disminuye la capacidad de percibir el entorno, sobre todo en carreteras donde se mezclan coches, motos y otros ciclistas.
¿Y los auriculares de conducción ósea?
En los últimos años, muchas marcas han promocionado los auriculares de conducción ósea como la alternativa “segura” para deportistas. Estos dispositivos transmiten el sonido a través de las vibraciones del hueso temporal, dejando el canal auditivo libre.
Sin embargo, la ley no distingue entre tecnologías. El Reglamento General de Circulación sigue considerando estos dispositivos como auriculares, y por tanto, su uso también está prohibido mientras se circula en bici o patinete eléctrico.
El medio TodoMountainBike lo confirmó en diciembre de 2024:
“El Reglamento General de Circulación y la Ley de Tráfico no hacen excepciones específicas para esta tecnología. La multa por infringir esta norma es de 200 euros, independientemente del tipo de auricular o del volumen empleado.”
La razón de fondo: seguridad vial
La Dirección General de Tráfico (DGT) justifica la prohibición en base a la necesidad de mantener la percepción auditiva intacta mientras se conduce cualquier vehículo.
Al perder parte del sentido auditivo, el ciclista no puede detectar con claridad la proximidad de coches, sirenas, bocinas o peatones, lo que aumenta drásticamente el riesgo de accidente.
De hecho, los datos más recientes de la DGT señalan que las distracciones son la causa de tres de cada diez siniestros mortales.
Aunque algunos alegan que bajar el volumen o usar un solo auricular podría ser más seguro, la ley no contempla excepciones de ese tipo.
El portal Occident recuerda que usar auriculares en bici es una infracción grave que conlleva una multa de 200 euros, aunque no implica pérdida de puntos, ya que el carnet de conducir no se requiere para pedalear.
Los AirPods y su trampa tecnológica
El caso de Staune-Mittet ha puesto el foco en un detalle recurrente: los AirPods, y en general los auriculares inalámbricos, mantienen conexión activa con dispositivos como móviles o relojes inteligentes, incluso cuando no están reproduciendo sonido.
Esto significa que, a ojos de la ley, siguen considerándose conectados a un “aparato receptor o reproductor de sonido”.
La revista tecnológica Applesfera lo deja claro:
“Da igual que los AirPods estén desconectados o sin música. También da igual si lo que escuchas es un podcast o una llamada. Al ir directamente en el oído, se consideran dispositivos que pueden impedir la escucha de sonidos como sirenas o cláxones.”
Multas y diferencias internacionales
El caso de Alicante no es aislado. En 2023, un estudiante en Francia descubrió que le habían bloqueado 400 euros en su cuenta bancaria por una multa por usar auriculares mientras iba en bicicleta, pese a no haber recibido notificación alguna.
En España, la sanción es de 200 euros, en Francia puede llegar a 400, mientras que en el Reino Unido no existe prohibición específica: allí se deja a criterio del ciclista su uso.
Sin embargo, las encuestas europeas reflejan un claro consenso social: la mayoría apoya restringir o prohibir el uso de auriculares en bicicleta. Una encuesta de la BBC de 2014 reveló que 9 de cada 10 personas creían que debía estar prohibido.
¿Existen alternativas seguras?
Pese a la prohibición, muchos ciclistas buscan maneras de mantenerse conectados sin infringir la ley.
Algunas marcas han lanzado productos innovadores como Lazer VeloVox, un sistema de comunicación “de oído abierto” montado en las correas del casco que permite hablar entre ciclistas y escuchar música sin cubrir el oído. Su diseño evita la inserción en el canal auditivo, lo que lo excluye, por ahora, del concepto de “auricular tradicional”.
Aun así, las autoridades recomiendan extrema prudencia, pues cualquier dispositivo de sonido puede distraer la atención visual o mental, incluso si deja el oído libre.
Opiniones dentro del pelotón
El debate no es solo legal, también cultural. Muchos ciclistas profesionales han reconocido usar música durante entrenamientos en lugares cerrados o montañosos sin tráfico, argumentando que “no ponen en riesgo a nadie”.
Sin embargo, según fuentes de la Guardia Civil de Tráfico, el ámbito de aplicación de la norma cubre todas las vías públicas o de uso común. Esto incluye caminos rurales y carreteras secundarias donde puedan circular coches o motos.
Solo las vías verdes o sendas exclusivamente ciclistas, donde no pueden transitar vehículos motorizados, quedarían fuera del alcance de la legislación. En entornos cerrados o privados, como velódromos o senderos de montaña exclusivos, el uso de auriculares puede no ser sancionable, pero sigue siendo desaconsejado por motivos de seguridad.
Más allá de la multa: la importancia del oído en el ciclismo
El oído es uno de los sentidos más críticos para la conciencia situacional del ciclista. Permite anticipar acercamientos de vehículos por detrás, identificar el tipo de carretera o incluso escuchar cambios en el clima (viento, lluvia).
Perder esa referencia sonora puede ser fatal.
Un estudio neerlandés publicado en el Journal of Accident Analysis and Prevention en 2018 demostró que usar auriculares “afecta negativamente la percepción de sonidos cruciales para la seguridad ciclista”, aunque no halló una correlación directa entre frecuencia de uso y accidentes entre adolescentes.
Aun así, la conclusión fue que el riesgo auditivo contribuye a la inseguridad vial, incluso si el volumen es bajo.
Educación y cultura de tráfico
Casos como el de Staune-Mittet no son solo titulares curiosos; sirven para visibilizar una necesidad educativa en la convivencia entre ciclistas y automovilistas.
España cuenta con una normativa avanzada en materia de seguridad vial ciclista, y aunque algunos la tilden de restrictiva, su objetivo es reducir víctimas. En 2024, 488 personas murieron en accidentes viales urbanos en España, entre ellas un número significativo de ciclistas.
La mayoría de campañas municipales inciden en lo mismo: auriculares ON, seguridad OFF. Incluso ciudades como Badalona y A Coruña han iniciado campañas específicas con sanciones visibles de 200 euros para quienes circulen en bici o patinete usando auriculares.
Lecciones que deja el caso Staune-Mittet
La sanción al ciclista noruego ha tenido repercusión internacional no por su cuantía, sino por lo simbólico del mensaje: nadie está por encima de la ley, ni siquiera un profesional del WorldTour.
Los entrenamientos en España atraen a equipos de todo el mundo por las condiciones ideales, pero también exigen respeto total a la normativa local.
La multa, que ha dado la vuelta al pelotón europeo, recuerda que “llevar AirPods en bici cuesta 200 euros que se lo digan a Staune-Mittet” no es solo un titular pegadizo, sino una advertencia real para todos los ciclistas que pedalean en territorio español.
Recomendaciones para evitar sanciones
- No uses auriculares de ningún tipo mientras circules por vías públicas.
- Si necesitas música o comunicación, utiliza sistemas externos integrados en el casco que mantengan el oído libre y estén aprobados para ciclismo.
- Mantén siempre la atención visual y auditiva: escucha el tráfico, el viento y cualquier señal de peligro.
- En entornos seguros, como rodillos o circuitos cerrados, puedes usar auriculares sin problema.
- Infórmate sobre las leyes locales si viajas al extranjero o participas en eventos ciclistas internacionales.
Preguntas frecuentes
¿Qué dice exactamente la ley sobre los auriculares en bicicleta?
El artículo 18.2 del Reglamento General de Circulación prohíbe conducir utilizando cascos o auriculares conectados a dispositivos que reproduzcan o emitan sonido, aplicable a bicicletas, coches y patinetes.
¿La multa por llevar AirPods puede recurrirse?
Sí, como cualquier sanción vial, pero al recurrir se pierde la posibilidad de reducción por pronto pago del 50%. Solo puede prosperar si se demuestra error de procedimiento o interpretación errónea de la norma.
¿Y si llevo solo un auricular?
La DGT considera que incluso un solo auricular afecta la audición y la atención, por lo que también puede sancionarse con 200 euros.
¿Los auriculares de conducción ósea son legales?
No. Aunque el canal auditivo queda libre, la ley no hace distinción tecnológica. Se consideran auriculares y, por tanto, están prohibidos en la vía pública.
¿Puedo usarlos en un carril bici cerrado o vía verde?
Sí, siempre que esté prohibido el acceso a vehículos motorizados. Aun así, las autoridades recomiendan precaución.
¿Se aplica lo mismo a patinetes eléctricos?
Exactamente igual: conducir un patinete con auriculares supone la misma infracción y la misma multa.
¿Qué alternativas existen?
Sistemas integrados de “oído abierto” en cascos, como el Lazer VeloVox, que permiten comunicarse sin tapar los oídos, aunque aún no están totalmente regulados.
En resumen:
Llevar auriculares puede parecer inofensivo, pero en la bici puede costarte más que dinero: puede costarte la seguridad.
Porque, como ha comprobado Johannes Staune-Mittet en primera persona, llevar AirPods en bici 200 euros que se lo digan a Staune-Mittet no es un lema exagerado, sino la pura realidad legal española.
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