¡Llegan las Tarjetas Amarillas al Ciclismo! Revolución en el Pelotón para 2025
El ciclismo profesional da un giro significativo con la introducción de las tarjetas amarillas, una medida implementada por la Unión Ciclista Internacional (UCI) que busca reforzar la seguridad y el juego limpio en las competiciones. A partir del 1 de enero de 2025, este sistema de amonestaciones, probado desde agosto de 2024 en carreras como La Vuelta a España y la Clásica de San Sebastián, se convierte en una realidad para ciclistas, directores deportivos, conductores, motoristas, periodistas y mecánicos. Prepárate para entender cómo funcionan, qué infracciones se sancionan y cómo impactarán en el desarrollo de las carreras.
¿Cómo funcionan las tarjetas amarillas en el ciclismo?
Aunque el concepto se inspira en otros deportes, la aplicación en el ciclismo tiene sus particularidades. No veremos a comisarios blandiendo tarjetas amarillas físicas en la carretera. En cambio, las amonestaciones se registrarán y publicarán en el comunicado oficial del jurado técnico después de cada etapa o clásica. La acumulación de tarjetas conlleva sanciones que van desde la expulsión de una carrera hasta suspensiones temporales.
El sistema de sanciones: de la expulsión a la suspensión
El sistema de sanciones escalonado busca disuadir las conductas antirreglamentarias y peligrosas:
- Dos tarjetas amarillas en una carrera de un día o etapa: Expulsión inmediata de la competición y suspensión de siete días, a partir del día siguiente a la segunda amonestación. Esto significa que una doble amonestación en una etapa de una vuelta ciclista implica la expulsión de la misma, mientras que en una clásica, la suspensión afectará también a la participación en las siguientes carreras.
- Tres tarjetas amarillas en 30 días: Suspensión de 14 días sin competir, comenzando al día siguiente de la tercera tarjeta.
- Seis tarjetas amarillas en un año: Suspensión de 30 días sin competir, a partir del día siguiente a la sexta tarjeta.
Un aspecto crucial es que las tarjetas que desencadenan una suspensión se "consumen" y no se acumulan para futuras sanciones. Por ejemplo, si un ciclista recibe dos amarillas en una etapa y es suspendido siete días, una tercera amarilla recibida en el mismo mes no activará la suspensión de 14 días, ya que las dos primeras ya se utilizaron para la primera sanción.
Infracciones que se sancionan con tarjeta amarilla
La lista de infracciones sancionables con tarjeta amarilla es extensa y abarca una amplia gama de comportamientos que comprometen la seguridad o el espíritu deportivo. Algunas de las más comunes incluyen:
- Trascoche: Aprovechar el rebufo de un vehículo para regresar al pelotón.
- Uso indebido de la infraestructura: Circular por aceras, caminos o carriles bici que no formen parte del recorrido oficial.
- Asistencia mecánica irregular: Mecánicos asomándose excesivamente del coche o realizando reparaciones con el vehículo en movimiento.
- Conducción peligrosa: Desviarse de la línea, obstruir o poner en peligro a otros corredores, sprints irregulares (tirones de maillot, intimidación, golpes).
- Incumplimiento de las normas de circulación: No respetar las instrucciones de los comisarios o la organización.
- Entrevistas no autorizadas: Entrevistar a corredores o directores deportivos durante la carrera, especialmente en los últimos kilómetros.
- Atajos: Desviarse del recorrido oficial para obtener una ventaja.
- Tirar objetos: Arrojar basura o cualquier objeto fuera de las zonas designadas, o de forma que pueda causar peligro.
- Celebraciones peligrosas: Desacelerar bruscamente o celebrar la victoria en medio del pelotón, poniendo en riesgo a otros ciclistas.
- Conductas antideportivas: Agresiones, intimidaciones, insultos o cualquier comportamiento impropio hacia otros corredores o personal de la carrera.
- Quitarse el casco obligatorio durante la carrera.
- Hacer "hand sling" o relevos al vuelo.
- Impulso sobre vehículo, moto, o corredor; empujones entre corredores; empujes prolongados o repetidos por uno o varios espectadores.
- Corredor agarrado al vehículo del propio equipo u otro vehículo, o siendo empujado, remolcado o agarrado por un ocupante del vehículo, o por intervención de mecánico en la bicicleta del corredor partiendo de un vehículo en marcha.
El debate: ¿Mayor seguridad o excesivo control?
La introducción de las tarjetas amarillas ha generado debate en el mundo del ciclismo. Mientras la UCI y algunos sectores defienden la medida como un avance en la seguridad y la deportividad, otros la ven como una intrusión excesiva que podría desnaturalizar la esencia de la competición.
Los partidarios argumentan que las tarjetas amarillas servirán para disuadir comportamientos peligrosos, especialmente aquellos que ponen en riesgo la integridad física de los ciclistas. Además, se espera que promuevan un mayor respeto entre los competidores y el personal de la carrera.
Por otro lado, los detractores temen que la aplicación de las tarjetas sea subjetiva y dependa de la interpretación de los comisarios, lo que podría generar polémicas e injusticias. También se cuestiona si la rigidez del sistema podría coartar la espontaneidad y la emoción propias del ciclismo.
El futuro del ciclismo con tarjetas amarillas
El tiempo dirá si las tarjetas amarillas logran su objetivo de mejorar la seguridad y la deportividad en el ciclismo profesional. Lo que está claro es que representan un cambio significativo en las reglas del juego y que su impacto se sentirá en el desarrollo de las carreras. Los ciclistas y los equipos deberán adaptarse a esta nueva realidad y ser más cuidadosos con su comportamiento en la carretera. La afición, por su parte, tendrá un nuevo elemento a considerar a la hora de analizar las estrategias y las decisiones de los corredores. El ciclismo entra en una nueva era, y las tarjetas amarillas serán protagonistas.
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