Cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix

La noticia ha corrido como la pólvora en el mundo del ciclismo: cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix en pleno mes de diciembre, bajo la lluvia, con el pavé mojado y embarrado, y con parte de su guardia pretoriana de clásicas a su lado. Muy lejos de estar de vacaciones tras un 2025 histórico, el esloveno ya piensa obsesivamente en el único Monumento que se le escapó por una curva y una caída en su debut: la París-Roubaix 2025, donde fue 2.º tras Mathieu van der Poel.

La escena es potente a nivel simbólico: el vigente cuádruple ganador del Tour y doble campeón del mundo, con el maillot arcoíris en la bici, perdido entre campos grises del norte de Francia, estudiando al milímetro los sectores de pavé que lo separan de entrar definitivamente en la historia como uno de los pocos hombres capaces de dominar los cinco Monumentos.

Cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix

El día que cazan a Pogacar en el Carrefour de l’Arbre

El detonante informativo fue un vecino de Sainghin-en-Mélantois, localidad cercana al mítico Carrefour de l’Arbre, que relató cómo se topó con varios coches del UAE Team Emirates-XRG y con tres ciclistas entrenando sobre los adoquines más temidos del calendario.

Su testimonio, recogido por medios como La Voix du Nord, Ciclismo a Fondo o Sport, dibuja con detalle la escena:

“Vivo cerca, en Sainghin-en-Mélantois, y voy mucho en bicicleta. Al llegar al Carrefour de l’Arbre, vi coches de los Emiratos Árabes Unidos a lo lejos y, al acercarme, reconocí el maillot de campeón belga de Tim Wellens. Entonces vi la bicicleta arcoíris y me di cuenta de que era Pogacar. Les oí hablar. Volvían hacia Cysoing para tomar los adoquines de Bourghelles y regresar por L'Arbre. En pleno invierno, es bastante arriesgado. Ha llovido mucho últimamente. Los adoquines están mojados y hay tramos embarrados”.

No se trataba de un simple paseo. Allí estaban:

  • Tadej Pogacar, campeón del mundo y cuatro veces ganador del Tour.
  • Nils Politt, uno de los mejores rodadores y hombre de pavé del pelotón.
  • Tim Wellens, clasicómano de primer nivel, habitual lugarteniente del esloveno en las piedras.

Todos ellos, rodando una y otra vez por el Carrefour de l’Arbre y otros tramos decisivos de la Roubaix, según confirmaron varios medios que analizaron posteriormente los registros de Strava, especialmente en el caso de Politt, que llegó a repetir hasta ocho veces sectores como Camphin-en-Pévèle y el propio Carrefour.

Que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix no es solo una anécdota curiosa: es una declaración de intenciones de cara a 2026.

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Contexto: del debut épico en 2025 al objetivo central de 2026

Para entender por qué este reconocimiento de diciembre ha llamado tanto la atención, hay que mirar atrás: a la París-Roubaix 2025, su primera participación en el Infierno del Norte… y casi victoria.

  • La prueba de 2025 tuvo 259,2 km y 30 sectores de pavé, con 55,3 km de adoquín, incluyendo el Bosque de Arenberg, Mons-en-Pévèle y el Carrefour de l’Arbre.
  • Mathieu van der Poel llegaba como gran favorito tras ganar las ediciones de 2023 y 2024.
  • Pogacar, vigente ganador del Tour y campeón del mundo, debutaba en la prueba, algo que no sucedía con un ganador reciente del Tour desde Greg LeMond en 1991.

La carrera fue un combate directo entre Van der Poel, Pogacar y Mads Pedersen, con ataques a alta velocidad sobre el pavé. Sin embargo, todo se decidió a falta de unos 37–40 km de meta:

  • Pogacar se fue al suelo en un sector de adoquín, al trazar mal una curva y salirse ligeramente de la línea ideal.
  • Tuvo que cambiar de bicicleta, perdió contacto con Van der Poel y perdió segundos vitales.
  • Aun así, se rehízo y acabó segundo en Roubaix, solo por detrás del neerlandés, que firmó su tercera victoria consecutiva.

El propio Pogacar definió la prueba como “una de las carreras más difíciles de mi vida”.

Desde entonces, la Roubaix se ha convertido en algo más que un objetivo: es una espina clavada y, a la vez, el paso definitivo que le falta para completar la colección de Monumentos junto a la todavía esquiva Milán-San Remo.

Por qué entrenar la Roubaix en diciembre, con lluvia y barro

Los titulares se han repetido en varios medios: “Pogacar reconoció Roubaix con lluvia: ¿tomó un riesgo innecesario?”, “En pleno invierno, es bastante arriesgado”, “La obsesión de Pogacar por París-Roubaix le lleva a hacer una locura”.

Que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix en esas condiciones no es casualidad. Responde a varios objetivos muy claros:

1. Vivir el pavé “real” de Roubaix

En primavera, muchas veces los adoquines están relativamente secos y limpios. En diciembre, en cambio:

  • Hay charcos, barro y verdín sobre las piedras.
  • La adherencia es mínima, y las diferencias entre una línea buena y una mala se multiplican.
  • Cada curva, cambio de rasante o junta entre adoquines puede ser una trampa.

Para un corredor con mentalidad analítica como Pogacar, conocer el recorrido en su peor versión posible le da un margen de aprendizaje brutal: si sabe ir rápido y seguro sobre ese pavé invernal, en abril todo será un poco menos hostil.

2. Memorizar las líneas y puntos clave

En París-Roubaix, el talento y los vatios no bastan; importan la memoria y la precisión:

  • Saber en qué parte de la calzada el pavé está más estable.
  • Recordar las curvas donde no se puede arriesgar y donde sí compensa hacerlo.
  • Identificar cambios de ancho de la carretera, badenes, baches y “olas” de adoquín.

Volver una y otra vez a Carrefour de l’Arbre, Camphin-en-Pévèle o Bourghelles sirve para que, el día de la carrera, muchas decisiones sean automáticas. Eso reduce el riesgo de errores como el de 2025, donde una trayectoria imperfecta en una curva acabó provocando su caída.

3. Test profundo de material: bici, neumáticos y presiones

Según la prensa belga y francesa, este reconocimiento invernal no fue solo un entrenamiento físico, sino un laboratorio rodante para el UAE Team Emirates-XRG.

El objetivo:

  • Comparar diferentes bicicletas del equipo (Y1RS y V5RS).
  • Probar ancho y tipo de neumático (28, 30 o más mm, compuestos, carcasas).
  • Ajustar presiones en función de peso, estilo de conducción y sector de pavé.
  • Evaluar comportamiento del cuadro (rigidez, filtrado de vibraciones, estabilidad)

Mientras Pogacar sentía el comportamiento real de la bici en condiciones extremas, Nils Politt repetía una y otra vez sectores concretos, acumulando datos en potencia, vibraciones y velocidad registrados en su potenciómetro y GPS.

Este tipo de test, con los adoquines mojados, permite detectar:

  • Dónde la bici pierde tracción.
  • Con qué presión se reduce el riesgo de pinchazos sin sacrificar demasiada velocidad.
  • Qué combinación de neumático y llanta da más confianza en las curvas traicioneras.

Que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix en diciembre significa también que el UAE quiere llegar con el mejor material posible, al mismo nivel de detalle que equipos históricos del pavé como Alpecin-Deceuninck, Lidl-Trek o Visma.

4. Adaptar la preparación física al pavé

Ya en 2025, su entorno reconocía que había introducido más trabajo de fuerza en gimnasio, sacrificando algo de ligereza en favor de ganar potencia y robustez para soportar clásicas como Flandes y Roubaix.

Entrenar Roubaix en pretemporada sirve para:

  • Ajustar su peso objetivo para abril: algo más “pesado” y potente que en puro Tour.
  • Saber cuánta fatiga muscular real le genera el pavé largo y a alta intensidad.
  • Integrar este tipo de trabajo con su calendario de altura, Tour de Francia y Mundial.

Es un equilibrio delicado: demasiados kilos pueden lastrarle en montaña; pocos, le quitan inercia en pavé. Ese tipo de ajustes solo se afina viviendo en primera persona lo que significan 50–60 km reales de adoquín a ritmo de campeón del mundo.

El director de la Roubaix lo confirma: Pogacar volverá… y puede ganar

El director de la París-Roubaix, Thierry Gouvenou, no ocultó su entusiasmo al ver que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix con tanta antelación:

“Creo que disfrutó de la experiencia del año pasado, pero por otro lado, no le gusta perder y no está acostumbrado. Sabemos que tiene las piernas para ganar y Van der Poel tendrá que dar todo para ganarle”.

En otra declaración recogida por EFE, Gouvenou subrayó:

  • Que le parece una “experiencia” especial ver a Pogacar reconociendo Roubaix.
  • Que la edición de 2026 se disputará el 12 de abril.
  • Que el esloveno “tendrá que darlo todo para frenar a Van der Poel”.

Es un mensaje doble:

  1. Por un lado, legitima a Pogacar como aspirante real a ganar el Infierno del Norte.
  2. Por otro, refuerza el relato del duelo Pogacar–Van der Poel como eje central del Monumento más salvaje.

La obsesión de Pogacar con los Monumentos: solo faltan Roubaix y San Remo

Más allá de que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix, hay un marco mayor: su plan de conquistar los cinco Monumentos del ciclismo.

A sus 26–27 años, su palmarés de grandes clásicas ya impresiona:

  • Tour de Flandes (2023).
  • Lieja-Bastoña-Lieja (dos veces).
  • Il Lombardia forma para llegar algo más pesado y potente al bloque de pavé, sin perder su capacidad para sobresalir luego en montaña y vueltas de tres semanas.

Cuando cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix, en realidad lo que se está viendo es el primer ladrillo de un plan anual que apunta tanto a la historia de los Monumentos como al dominio continuado en grandes vueltas.

El duelo con Van der Poel: capítulo Roubaix 2026

La narrativa deportiva no puede ser más potente: Mathieu van der Poel vs Tadej Pogacar se ha convertido en la gran rivalidad de Monumentos de esta generación.

Algunos hitos recientes:

  • Van der Poel ha ganado:
    • Tres París-Roubaix consecutivas (2023, 2024, 2025).
    • Varias ediciones del Tour de Flandes y Milán-San Remo.
  • Pogacar ha respondido ganando:
    • Flandes, Lieja, Lombardía, Strade Bianche y, por supuesto, múltiples Tours.

En Roubaix 2025, su duelo fue ya legendario:

  • Pogacar dinamita la carrera a más de 100 km de meta, asumiendo la cabeza de los sectores de pavé una y otra vez.
  • Van der Poel aprovecha su experiencia y una táctica impecable para mantener siempre una posición dominante.
  • El error y la caída del esloveno lo dejan sin opciones reales de victoria, pese a un segundo puesto que muchos consideran casi tan valioso como un triunfo, por la manera en que cambió la carrera.

Que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix en diciembre solo añade gasolina a la expectativa de lo que puede ser la París-Roubaix 2026:

  • Un Van der Poel que defenderá su trono y buscará seguir agrandando su leyenda en el pavé.
  • Un Pogacar que, ahora sí, conoce cada curva, cada bache y cada línea del Carrefour de l’Arbre, sin margen para excusas.

Impacto en la afición: Roubaix como gran sueño del campeón

Los aficionados al ciclismo llevan tiempo pidiendo dos cosas:

  1. Ver al mejor corredor de grandes vueltas de su generación enfrentarse plenamente a los Monumentos del pavé.
  2. Vivir nuevamente rivalidades a la altura de las de Merckx vs De Vlaeminck o Boonen vs Cancellara.

La secuencia:

  • Reconocimientos de Arenberg y sectores claves en invierno.
  • Confirmación de su debut y segundo puesto en 2025.
  • Noticias de que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix con meses de antelación para 2026.

Todo esto ha convertido a París-Roubaix en el gran sueño público de Pogacar, como destacaban crónicas que subrayan cómo la carrera se “reinventa para ser el doble de infernal” justo cuando él busca conquistarla.

Para la afición, Roubaix 2026 tiene ya un relato claro:

  • ¿Podrá el campeón del Tour y del mundo doblegar al rey actual del pavé?
  • ¿Pesará más la experiencia de Van der Poel o el talento total y la preparación obsesiva de Pogacar?
  • ¿Habrá revancha limpia de la caída de 2025?

Cuando cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix, lo que vemos es historia en preparación

Más allá de la anécdota simpática del vecino que lo “pilla” entre barro y adoquines, que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix en pleno invierno significa varias cosas profundas:

  • Que París-Roubaix 2026 es uno de los ejes centrales de su temporada.
  • Que está dispuesto a asumir riesgos controlados fuera de competición para minimizar los riesgos dentro de ella.
  • Que su ambición de ganar los cinco Monumentos es real, planificada y obsesiva.
  • Que el duelo con Mathieu van der Poel en el pavé va camino de convertirse en uno de los capítulos más recordados de la historia del ciclismo.

Si algo ha demostrado Pogacar es que no se conforma con ganar donde “encaja” mejor su perfil de escalador y vueltómano. Ir a Roubaix en diciembre, bajo la lluvia, a estudiar curva por curva el Carrefour de l’Arbre, es la imagen perfecta de un corredor que busca la incomodidad como camino a la grandeza.

La próxima vez que veamos el Carrefour de l’Arbre en televisión, con la realización siguiendo al maillot arcoíris o al maillot amarillo sobre el pavé, sabremos que detrás de cada pedalada hay horas de reconocimiento, pruebas de material y riesgo asumido. Y recordaremos este invierno del norte de Francia en el que, sin querer, un aficionado se convirtió en testigo privilegiado del día en que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué significa exactamente que “cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix”?

Se refiere a que un vecino de la zona del Carrefour de l’Arbre, cerca de Roubaix, vio casualmente a Tadej Pogacar entrenando sobre los adoquines junto a compañeros como Nils Politt y Tim Wellens, y contó la escena a medios locales. A partir de ahí, varios medios especializados confirmaron el reconocimiento de Roubaix en pleno diciembre, con fotos, testimonios y análisis de datos de Strava.

¿Por qué es tan importante que Pogacar reconozca Roubaix en invierno?

Porque París-Roubaix es una carrera extremadamente técnica, donde la elección de la línea, la gestión de las curvas y el conocimiento de cada sector son decisivos. Hacer un reconocimiento con el pavé mojado, embarrado y en condiciones extremas le permite:

  • Memorizar puntos peligrosos.
  • Ajustar material (bicicleta, neumáticos, presiones).
  • Entender mejor las sensaciones que tendrá en carrera cuando el pavé esté duro.

En definitiva, que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix indica que no quiere dejar nada al azar de cara a 2026.

¿Qué pasó con Pogacar en la París-Roubaix 2025?

En su debut en París-Roubaix 2025, Pogacar protagonizó un auténtico recital, atacando lejos de meta y dinamizando la carrera. Sin embargo, a unos 37–40 km de la llegada, sufrió una caída en una curva de pavé, tuvo que cambiar de bicicleta y perdió contacto con Mathieu van der Poel.

Pese a ello, se rehízo y terminó segundo , por detrás del neerlandés, que consiguió su tercera victoria consecutiva en la prueba.

¿Es Roubaix realmente compatible con ganar el Tour de Francia?

Históricamente, muy pocos ganadores del Tour han ganado también París-Roubaix . Desde la posguerra, solo nombres como Fausto Coppi, Louison Bobet, Felice Gimondi, Jan Janssen, Eddy Merckx y Bernard Hinault consiguieron esa doble corona.

Roubaix exige:

  • Más peso y potencia absoluta.
  • Un tipo de preparación y morfología que, a priori, no encaja con el ciclista de grandes vueltas moderno .

Precisamente por eso, que Pogacar apueste por Roubaix, manteniendo al mismo tiempo su dominio en el Tour, se percibe como un reto extraordinario y uno de los motivos por los que su figura trasciende.

¿Hasta qué punto es peligrosa la decisión de entrenar sobre pavé mojado en diciembre?

El riesgo existe: el pavé mojado y con barro es muy resbaladizo , y una caída puede provocar fracturas o lesiones graves. Sin embargo:

  • Pogacar iba acompañado de coches de equipo y compañeros experimentados .
  • No se rodaba a intensidad de carrera continua, sino en bloques de trabajo controlados.
  • Los beneficios en cuanto a conocimiento del recorrido y ajuste de material son enormes.

El debate entre “locura” y “genialidad” seguirá abierto, pero el hecho de que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix refleja sobre todo su voluntad de asumir riesgos calculados para alcanzar metas históricas.

¿Qué otros grandes objetivos tiene Pogacar además de París-Roubaix?

Además de Roubaix, los grandes ejes de sus próximas temporadas parecen ser:

  • Milán-San Remo , el otro Monumento que aún no ha ganado.
  • Seguir ampliando su palmarés en:
    • Tour de Francia (ya suma cuatro victorias).
    • Mundiales en ruta , donde también es ya doble campeón.
  • Completar el ciclo de las tres Grandes Vueltas , en algún momento, con una futura victoria en la Vuelta a España, que por ahora ha pospuesto en 2025 y 2026 por motivos de planificación y objetivos prioritarios.

En todo ese contexto, la imagen de que cazan a Pogacar inspeccionando el recorrido de Roubaix no es solo una curiosidad: es la instantánea que resume a la perfección la ambición total de uno de los ciclistas más grandes de la historia moderna.

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Daniel Diaz

Mi experiencia y conocimiento siguen siendo un recurso invaluable para aquellos que buscan mejorar sus habilidades y disfrutar al máximo de su amor por las bicicletas.

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