En la vida deportiva existe el riesgo de padecer de Trombosis Venosa Profunda, sobre todo si eres ciclista. Un coágulo sanguíneo en una vena puede tener repercusiones para toda la vida. En la población, cerca del cinco por ciento tiene predisposición genética para trastornos de coagulación sanguínea. La práctica de ciclismo, aunque es beneficiosa para la salud, también puede estar relacionada con la aparición de esta condición, especialmente si se realizan largas sesiones sin descanso adecuado. Es importante mencionar que el uso de bicicleta trombosis puede convertirse en un tema relevante, ya que tanto la actividad física como las pausas son cruciales para la salud vascular.
¿Cuáles son los síntomas de la Trombosis Venosa Profunda?
De seguro estamos acostumbrados a cierto dolor durante el entrenamiento; sin embargo, cuando este dolor es persistente, no debemos ignorarlo. La Organización Mundial de la Salud recomienda que se cumplan al menos cuatro de estos síntomas:
- Hinchazón
- Dolor en las piernas similar a calambre
- Sensibilidad
- Enrojecimiento de la piel
- Decoloración de la piel color azul.
El cuerpo suele manifestar cuando algo no está funcionando de manera correcta; sin embargo, en algunos casos, los signos de Embolia Pulmonar son silenciosos. Los síntomas son los siguientes:
- Respiración dificultosa
- Dolor en el pecho
- Tos con sangre
- Latidos rápidos cardiacos
- Mareos y desmayos
¿Cómo puedo evitar la Trombosis Venosa Profunda cuando entreno?
Aunque en la población el porcentaje de ciclistas que padece de la Trombosis Venosa Aguda es muy bajo, usted puede prevenir estas complicaciones a largo plazo:
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