Remolques para bici

La movilidad ciclista está en auge en las ciudades españolas. Los ayuntamientos de muchas ciudades están adoptando cada vez más medidas de fomento de la bicicleta: la creación de carriles bici, sistemas públicos de alquiler de bicicleta, estaciones para poder dejar la bici… Las administraciones son conscientes de que los desplazamientos en bicicleta en áreas urbanas son un modo sostenible de movernos por la ciudad.

Sin embargo, a pesar de que esta práctica está muy extendida por muchas ciudades a lo largo y ancho del país, o más bien como consecuencia de ello, surgen ciertas dudas con respecto a las posibilidades de los desplazamientos en bicicleta, y una de ellas es el tema de los remolques de bicicleta. ¿Es posible instalar remolques de bici para niños? ¿es legal que tras la bici coloquemos carros para niños o bien sillas delanteras?

Normativa sobre remolques para bici

La normativa sobre remolques para bici es un tanto ambigua. En las vías interurbanas, atendiendo al Reglamento General de Circulación, usar carros para niños está prohibido, por motivos de seguridad. Si queremos hacer lo propio en suelo urbano, debemos acudir a la normativa de cada ayuntamiento, algo parecido a lo que ocurre con la acampada libre.

Esto significa que, en caso de querer adquirir un remolque de bicicleta o un carro para niños, tendremos que cerciorarnos previamente de si se puede usar o no en la ciudad. En ciudades como Valencia, los carros para niños, esto es, los remolques para bici, están prohibidos, pero lo que sí se puede utilizar son sillas portabebés o portaniños, siempre y cuando se cumplan varios requisitos.

El primero de ellos es que el niño ha de pesar entre 9 y 22 kilos y sólo puede ser llevado por un adulto mayor de edad. La legislación, vigente desde 2008, indica que la edad máxima del menor son los 7 años y que ha de llevar casco de forma obligatoria. La silla ha de estas homologada y contar con varios sistemas de seguridad.

Con respecto al transporte de niños en sillas portabebés o portaniños, la normativa que rige en muchas ciudades deriva de una normativa europea y atendiendo a ella se puede usar una silla portabebés trasera o delantera, pero no dos en la misma bicicleta. La legislación vigente habla de dos tipos de asientos para bicis: delanteros y traseros, no de sillas para el cuadro, que sin embargo sí se ponen a la venta en algunas webs y tiendas de accesorios de ciclismo.

Los tipos de remolque para bicis más utilizados

En cuanto a remolques para bicis, no carritos para niños, uno de los más utilizados son los remolques de una rueda. Es una práctica interesante para evitar tener que usar alforjas. Este tipo de accesorio es muy ligero, pesa unos 8 kilogramos y su capacidad de carga oscila entre los 30 y los 35 kilogramos. Llevan solo una rueda y son ágiles en su conducción, pues no ocupan más del ancho de la propia bici. Son válidos para asfalto y para camino y pueden ser una buena opción para personas que quieren hacer, por ejemplo, el Camino de Santiago en bici, aunque deben en primer lugar asegurarse de si esto es posible, por las normativas de circulación.

Los remolques de dos ruedas pueden ser utilizados como carros de niños para bicis, o también de mascotas. Se pueden usar para llevar a los pequeños al cole, a pasear por el campo recorriendo vías verdes o hacer esto mismo pero con mascotas.

Presentan como ventaja frente a los remolques de una sola rueda que son más estables y seguros, aunque son más pesados y menos manejables. Estos remolques, si lo deseamos, podemos retirar el asiento y llevar carga con ellos.

En cicloturismo, estos remolques de bici son los más utilizados, aunque hay mucha variedad y la elección va a depender del uso que se le quiera dar, y sobre todo, de lo que permita la ley y las diferentes normativas.

En cualquier caso, antes de adquirir uno de estos accesorios es importante comprarlo en un sitio de confianza y asegurarse que está homologado. Finalmente, a la hora de utilizarlo, el ciclista ha de ser consciente de que moverse con él implica un manejo de la bici más seguro, pues algo de estabilidad siempre se pierde. No debemos olvidar que el remolque ha de ir lo más visible posible mediante luces y reflectantes.

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La historia de Rafael Diaz Justo es un testimonio de cómo un apasionado ciclista puede encontrar una nueva vocación y seguir influyendo positivamente en el mundo del ciclismo. Su experiencia y conocimiento siguen siendo un recurso invaluable para aquellos que buscan mejorar sus habilidades y disfrutar al máximo de su amor por las bicicletas.

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