Recomendaciones para aumentar la velocidad de la bicicleta

Como es lógico, todo ciclista quiere que la bici que monta tenga una rapidez única y esté en perfecto estado.

Pues bien,  hay trucos sencillos que te permiten lograr aumentar la velocidad de la bicicleta y la eficiencia de la misma. Siguiendo algunas técnicas se puede llegar a ese objetivo, para hacer sentir al conductor como el leopardo de la ruta.

Recomendaciones para aumentar la velocidad en la bicicleta

Limpiarla después de entrenar

Cuando las cosas se limpian se eliminan las posibilidades de que cualquier suciedad pueda acabar haciendo daño a la bici, ya que la suciedad puede quedar atrapada en las pequeñas piezas.

Precisamente para evitar esto, la limpieza del vehículo tras el entrenamiento es fundamental puesto que no solo mejora la apariencia de la bici, sino que disminuye el riesgo de posibles daños y ayuda a prolongar la vida útil de la misma.

Además, la bici es mucho más rápida cuando se mantiene limpia; siempre hay que eliminar el barro del sistema de transmisión y de los cables. En cualquier temporada, es crucial el mantenimiento de limpieza, especialmente en la estación de invierno.

Si lavar la bicicleta después de tu rutina de entrenamiento te resulta algo un poco tedioso, recuerda que esta práctica aumenta la velocidad de la bicicleta y que de este gesto depende en gran parte la durabilidad de la bicicleta, ya que se evita que oxiden algunas piezas. Se debe considerar aplicarlo como una continuación del ejercicio, tomándolo como si la ruta aún no terminara.

Lubricación de la cadena

Después de la rutina de limpieza de la bici, para lograr un perfecto funcionamiento, debemos lubricar la cadena. Para mejorar la transmisión, debe estar bien ajustada.

Esto ayudará a que el esfuerzo que se ejerce al pedalear disminuya drásticamente en favor del ciclista, mejorando el rendimiento y la velocidad en la ruta.

Al estar con la debida lubricación, se repotencia la parte mecánica. Esta práctica reduce la cantidad de sucio excedente que queda adherido a la cadena, sobre todo cuando en la ruta hay mucha agua.

Hay que ser cuidadoso al aplicar el aceite, es decir, no excederse con la cantidad del mismo. Para que se tenga un buen resultado, se aplica el aceite en el interior de la cadena y simultáneamente se van girando las bielas. Ya terminada la lubricación, se limpia el exceso.

Bajar la parte delantera

Al bajar la parte delantera de la bicicleta, la función aerodinámica aumenta, facilitando al conductor que la rapidez con que va sea exponencial y altamente eficiente.

Una forma de bajarla es sacar la horquilla, quitar uno o dos anillos espaciadores y, para finalizar, colocar cada cosa en su lugar. Esto es en el caso de que los anillos espaciadores entre la potencia y el manillar sean varios.

Ajustar la altura del sillín de la bici

Llevar la altura del sillín mal ajustada no solo puede causarnos lesiones y dolores, sino que nos acaba haciendo más lentos, reduce nuestro rendimiento en el pedaleo y no nos permite aumentar la potencia.

Es importante que la altura del sillín sea la más cómoda e ideal para el conductor, ya que influye directamente en la rapidez que se quiere andar.

Este procedimiento se realiza colocando los talones encima de los pedales, estando en el punto más alejado, y colocando el asiento lo más alto que se pueda, evitando que la cadera se desvíe del paralelo con el suelo. Hay que evitar cualquier esfuerzo extra para llegar al pedal.

Ajuste de la tensión del pedal

Ajustar la tensión no solo ayuda al mantenimiento de la bicicleta, sino también evita lesiones en el ciclista. Al regular la tensión, se ajusta de manera adecuada el esfuerzo que tiene que realizar el pie para salir del pedal.

La mayoría de las bicicletas vienen con un ajuste expresado en grados para manipular con mayor libertad el ajuste del pedal.

Presión de los neumáticos

Revisar la presión de los neumáticos es súper sencillo y práctico, además de evitar que el ciclista ande en el camino con los neumáticos con falta de aire, triplicando el esfuerzo de los mismos y aumentando el desgaste.

Al tener las llantas con la presión adecuada, es directamente proporcional a aumentar la rapidez de la bicicleta.

La presión ideal la indica el fabricante en la parte lateral, regularmente es la presión máxima que aguanta la llanta. En el caso de las ruedas con tubular, resisten una presión de 11 a 12 bares; sin embargo, la presión ideal está en el orden de los 9.5 bares.

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Daniel Diaz

Mi experiencia y conocimiento siguen siendo un recurso invaluable para aquellos que buscan mejorar sus habilidades y disfrutar al máximo de su amor por las bicicletas.

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