Es frecuente que mucha gente se haya hecho esta pregunta en alguna ocasión, y por ello en el post de hoy vamos a ver cuáles son las principales diferencias de las bicicletas para mujeres respecto a las estándar. En este contexto, es importante entender porque las bicicletas de mujer son diferentes y cómo estas características se adaptan a la anatomía femenina.
Cuadro más corto
Las bicicletas para mujeres tienen el tubo superior del cuadro más chato por una razón: el torso de las mujeres es algo más corto que el de los hombres. Es decir, que si una mujer coge una bicicleta estándar probablemente le pase que tenga que adoptar una postura incómoda; y ello, a la larga, se acabará notando en la musculatura. De ahí que los cuadros sean dos o tres centímetros más cortos, lo que demuestra porque las bicicletas de mujer son diferentes.
Trasero ancho, sillín ancho
La anatomía de las mujeres está diseñada para que puedan parir, y de ahí la estructura de la pelvis, que es más ancha. Y claro, ésto, en un sillín normal, haría que la presión del cuerpo se sustente sobre unos puntos determinados, pudiendo causar mucho dolor e incomodidades. De ahí que los sillines en las bicicletas para mujer sean más anchos de lo habitual, una característica que resalta porque las bicicletas de mujer son diferentes.
Manillar más estrecho
En las mujeres también podemos encontrarnos con que la distancia entre los hombros es más estrecha, por lo que con un manillar estándar podrían tener que tomar una postura incómoda, y que en determinado momento podría resultar incluso peligrosa. De ahí que las bicicletas para mujeres tengan unos manillares algo más estrechos. Además de ello, los puños también son algo más finos, pues las manos de las mujeres suelen ser más pequeñas. Esta adaptación también es una prueba de porque las bicicletas de mujer son diferentes.
La potencia varía
¿Nunca os habéis fijado que la potencia en las bicicletas para mujeres es más corta? Pues la causa también viene derivada de su condición física, ya que éstas tienen los brazos más cortos; y una potencia estándar hace que tengan que ir más tumbadas, pudiendo causar dolencias en las lumbares en recorridos largos. Con un sistema de potencias más cortas se logra que puedan adoptar una posición cómoda y correcta, reafirmando porque las bicicletas de mujer son diferentes.
Bielas más cortas
Otro aspecto derivado de la complexión diferente de las mujeres radica en las piernas, pues por regla general éstas suelen ser más cortas en números absolutos (que no en proporción), y por ello el contacto con el pedal puede no ser el más adecuado. De ahí que las bicicletas para mujeres incluyan bielas más estrechas a fin de que la postura tomada pueda ser la más adecuada. Ahora bien, tampoco estamos hablando de trozos considerables, pues no suelen sobrepasar el centímetro de diferencia. Este detalle también se alinea con el tema de porque las bicicletas de mujer son diferentes, ya que se ajusta a su anatomía.
Estructura más ligera
Ésto no siempre se cumple, pero suele ser frecuente. Y es que por lo general las mujeres pesan menos que los hombres, además de que el patrón de uso de las bicicletas es bien diferente, teniendo un manejo menos brusco. Por ello las bicicletas para mujeres suelen ser más ligeras; y por ende también menos resistentes. Por otro lado, en este apartado también influye la fuerza, pues por lo general las mujeres suelen tener menos que los hombres, y por tanto es más conveniente que manejen bicicletas adecuadas a sus posibilidades. Esta característica también es un claro ejemplo de porque las bicicletas de mujer son diferentes.
En resumen, al entender porque las bicicletas de mujer son diferentes, se puede apreciar cómo cada una de estas adaptaciones ha sido diseñada para ofrecer una experiencia de conducción más cómoda y segura para las féminas. La diferencia no solo radica en la estética, sino en una serie de características técnicas que favorecen la salud y el bienestar de las mujeres al montar en bicicleta.
ENTRADAS RELACIONADAS