Las contusiones y las abrasiones cutáneas o quemaduras, en los hombros, caderas, codos, muslo o piernas son las lesiones más frecuentes, de hecho, suponen casi la mitad de las lesiones de los ciclistas. Las fracturas más frecuentes son en cambio las de la clavícula y las costillas. Y las lesiones por sobreuso o sobreesfuerzo con la bicicleta son prácticamente inexistentes.
- Contusiones: se suelen producir por traumatismo directos contra el suelo. Pueden suponer entre el 15%-30% de las lesiones. No suelen ser de gravedad y provocan hematomas e inflamación. El tratamiento más adecuado para esta lesión es el reposo, hielo y analgésicos o antiinflamatorios.
- Abrasiones cutáneas o quemaduras: en los hombros, caderas, codos, muslo o piernas. El tratamiento se basa en las curas locales y la analgesia.
- Lesiones ligamentosas: las más frecuentes son el esguince acromio-clavicular, que puede tener diferentes grados de gravedad, dependiendo de la integridad de los ligamentos coracoclaviculares.
- Fracturas: Las fracturas más frecuentes son las de la clavícula, costillas, olecranon, cabeza del radio, metacarpianos y falanges.
- Traumatismo craneoencefálico: Puede causar contusión o conmoción cerebral. Las lesiones óseas, como la fractura de cráneo, base de cráneo, macizo facial o raquis cervical son mucho menos frecuentes que en la bicicleta de carretera, por los atropellos.
El mecanismo de producción de los TCE es un mecanismo directo, es decir, se producen como consecuencia de un golpe directo contra el suelo o algún elemento de la carretera o carril sobre la cabeza del ciclista. Pueden ser de la bóveda craneal o de la base del cráneo (en este caso puede salir sangre o líquido claro por la nariz o por el oído) o hematomas alrededor de los ojos. Si el ciclista ha tenido pérdida de conciencia transitoria de conocimiento con o sin amnesia parcial, vómitos, cefalea intensa, hemorragias por los oídos o la nariz, asimetría de las pupilas o amnesia siempre se debe acudir al hospital o centro médico más cercano para realizar una evaluación especializada.
- Fractura de clavícula: Representan el 13% sobre el total de lesiones. Se producen, casi siempre, por un traumatismo indirecto, al apoyar el brazo extendido al caer. El tratamiento es la inmovilización del brazo durante 8 semanas.
- Fractura de la muñeca: Son más delicadas que el resto de fracturas y su curación es lenta.
- Fractura de la cabeza del radio: Se producen como consecuencia de una caída sobre la mano extendida, esto provoca un desplazamiento del codo en valgo y compresión de la cabeza del radio. Si la fractura no está desplazada puede tratarse con una férula posterior, si no es así, hay que operarlas.
¿Y tú? ¿Has sufrido alguna de estas lesiones al montar en bicicleta? Yo personalmente me rompí la clavícula tras una caída pero las ganas de pedalear siguieron prevaleciendo en mí.
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