¿Viste la etapa del Giro de Italia? La del Stelvio y la nieve. Espectacular, ¿verdad? Y es que la nieve siempre luce mucho, le da a todo un punto distinto, lo hace más bonito. Y más frío, claro…porque, ¿has tenido que rodar alguna vez con nieve? No es fácil si nunca lo hiciste, así que nosotros te vamos a dar algunos pequeños consejos para que nunca te veas atrapado en ningún infierno helado.
Lo primero de todo es decirte que estos consejos son para cuando has salido a rodar y en la cima de un puerto (o en mitad de tu salida) te sorprende una nevada…es decir, no te recomendamos que salgas cuando hay nieve en la carretera. Somos cicloturistas y no nos es necesario arriesgar nuestra salud y nuestros huesos para hacer unos kilómetros de más cuando ello es imposible. Si la charretera está blanca es señal de que ese día lo mejor será quedarse en casa haciendo rodillo…o leyendo.
Pero imagínate que estás subiendo un puerto y lo que antes era un poquito de lluvia se convierte en una buena nevada que pronto comienza a cubrirte con copitos blancos. ¿Qué hacer?
Primer consejo, y el más evidente de todos: refúgiate. Es decir, métete en el primer bar, cuadra o invernal que veas. Ya no es sólo que huyas de la nieve y el frio, sino que además tienes que pensar que con la ventisca los coches tienen menos visibilidad y pueden llevarte a alguna situación peligrosa. Además las reacciones de los conductores deben de ser más pausadas para que sus ruedas no patinen, por lo que lo mejor es no tentar a la suerte e intentar ponerte a cubierto fuera de la calzada.
En el caso de que sigas pedaleando…¿has visto lo que acabamos de decir sobre conducir con suavidad? Pues lo mismo se aplica a las bicicletas. Debes intentar tocar el freno lo menos posible, ya que la respuesta será deficiente y puede llegar a fallar en algunos momentos. En el caso de que tengas que frenar intenta hacer siempre con la bicicleta bien erguida (es decir, nunca inclinado en curva) y jugando con la presión de tus manos para que no se te bloqueen las ruedas. Siempre suavidad, siempre.
Procura, además, ir siempre bien pegado a la derecha. Piensa que no solamente los coches tendrán menos visibilidad, sino que la propia ventisca hará que tú escuches menos, y por lo tanto no puedas ori el motor a lo lejos para apartarte de su trayectoria. Así que siempre bien pegado a la derecha.
Cuando hace frío nuestro cuerpo consume muchas calorías en mantener la temperatura del mismo. Por ello, aunque vayamos despacio, quemamos mucha energía. Con esto te queremos decir que debes de avituallarte abundantemente, tanto sólido como líquido, para evitar quedarte sin fuerzas. Por experiencia te podemos contar que agarrar una buena pájara en mitad de una tempestad de nieve sobre tu bicicleta es una de las experiencias más desagradables que se pueden sufrir en el ciclismo.
Otro día te contamos más consejos para la nieve.
ENTRADAS RELACIONADAS