Si los hermanos Ties y Taco Carlier hubieran fundado su negocio hace ochenta años, tal vez el mundo hubiera sido un lugar un poco mejor, pero nos hubiéramos perdido una de las grandes obras del neorrealismo cinematográfico italiano. Porque estos holandeses aseguran haber inventado un sistema para sus bicicletas que las hace inmunes a los robos. Si la bici de Antonio Ricci hubiera sido una Electrified S de VanMoof el pequeño Bruno no habría madurado de golpe viendo a su padre perder la dignidad y el ladrón de Vitorio de Sica, símbolo de la difícil posguerra en Roma, habría fracasado en su intento.
Los holandeses Carlier son, como muchos en Amsterdam, su ciudad de origen, unos enamorados de las bicicletas. De hecho, ambos creen que montar en bici le hace ser más creativos. “Durante algunos años, dejé de hacer el recorrido habitual desde casa al trabajo porque mi apartamento estaba a diez metros de la oficina, cuenta Taco Carlier al hablar de su nueva creación. Dejé de montar en bici para ir a trabajar y también dejé parte de mi felicidad y productividad. Por eso, después de tres años, empaqueté todas mis cosas y me mudé a una nueva casa a las afueras de Amsterdam”. Así de gratificante es la experiencia, aseguran, de montar en su nueva bicicleta eléctrica, la Electrified S, dotada de un sistema de seguridad a través de una app móvil que la hace prácticamente invulnerable a los robos.
Hay quien ya se ha apresurado a comparar la nueva máquina de VanMoof con los coches inteligentes de Tesla, en el sentido de que representan una auténtica revolución para este medio de transporte. La Electrified S, aseguran los Carlier, es tan ligera que no parece una bicicleta eléctrica y su potente pero silencioso motor la hace adecuada para cualquier tipo de terreno urbano (incluso aquellos con desniveles pronunciados o en los que hay que enfrentarse a la fuerza del viento). La autonomía de la Electrified S es otra de sus grandes bazas, puesto que permite rodar hasta 120km con una sola carga: lo suficiente, por ejemplo, como para pedalear desde la Puerta del Sol de Madrid hasta la plaza mayor de Guadalajara y volver.
Los Carlier dicen tener una misión: conseguir que la bicicleta se extienda en muchas otras ciudades y que el caso de Amsterdam no sea la excepción, sino la regla. Están tan convencidos de ello, que en su página web se atreven a desafiar a todo y a todos: “los ladrones, las cuestas, el tráfico o la seguridad. Si hay algo que se interpone entre vosotros y vuestro deseo de montar en bicicleta, estamos preparados para encontrar una solución”.
Texto: José L. Álvarez Cedena
Fuente:elFuturoEsOne
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