Bicicletas para niños: ¿Que deberías saber?

Las bicicletas para un niños puede representar un verdadero reto, sobre todo si eres de esos padres sobre protectores, al principio puede sonar abrumador, con el tiempo usted soltara ese apego acerca de la seguridad de su familia. Esta publicación piensa ofrecer una pequeña guía acerca de las bicicletas, en especial para niños desde 18 meses a 18 años.

[piopialo vcboxed="1"]Existen algunos factores que hay que tener cuenta durante la compra de una bici[/piopialo]

Hay unas cuantas cosas que se deben tomar en cuenta cuando los niños muy pequeños quieren andar en bici, es recomendable que en niños entre uno y cuatro años tomen el asiento de copiloto, existen muchas marcas que ofrecen un puesto cómodo para el pequeño de la casa, sus precios oscilan entre 90 y 340 euros.

El balance en las bicicletas para niños

Lo más seguro es que tenga que ayudar a su hijo con una pequeña cuerda, en las primeras veces y mientras el niño adapta su equilibrio se recomienda adaptar dos ruedas de apoyo. Las dos ruedas de apoyo no tienen pedales ni trasmisión, son diseñadas para mantener la bicicleta estable, son adecuado para niños a partir de dos años. En las bicicletas para niños es importante tomar la medida de la entrepierna, con esta medida el niño podrá ser capaz de mantener sus pies en el suelo.

Bicicletas para niños grandes

Luego de parar de utilizar las ruedas de apoyo, el niño es capaz de conducir la bicicleta por sí solo. En este punto el niño busca adaptar sus preferencias con respecto a la estética de la bicicleta, de igual manera su preferencia de estilo. Si tenemos la idea de salir a tomar un paseo en la bicicleta con el niño, debemos tener en cuenta el sitio, debe estar solo y despejado de carros, evite que el niño utilice la bici en zonas que contienen mucho tráfico.

¿Frenos de rueda o frenos de mano?

En la actualidad muchas bicicletas contienen solo frenos de rueda. Sin embargo, nuevas empresas están empezando a optimizar los frenos en las bicicletas de niños, esto es debido a que las manos de los niños aun no tienen la fuerza necesaria para frenar.