Desde hace miles de años las personas han disfrutado de los beneficios de la sauna caliente con fines de recreación y/o relajación. En la actualidad está demostrado que pasar algunos minutos en la sauna es una buena manera no solo para relajarse, sino para sudar, quemar toxinas y trae múltiples beneficios para la salud.
Especialmente en los meses de frío el deseo de entrar un rato a una sauna se hace más apetecible que en otros momentos. Hoy en día casi todos los gimnasios y centros deportivos tienen saunas, así que la posibilidad de acceder a una de ellas es mucho más fácil de lo que lo era hace algunos años.
Sauna = ejercicio
La sauna es generalmente una pequeña habitación de madera calentada a altas temperaturas por un pozo de rocas extremadamente calientes. Utiliza el calor, ya sea seco o húmedo, dependiendo del tipo de sauna para provocar una abundante sudoración en el cuerpo como mecanismo de refrigeración.
El calor y la generación de sudoración engaña a nuestro cuerpo para que responda de la misma manera que lo hace cuando está haciendo ejercicio. Nuestro cuerpo responde como lo haría si estuviéramos montando una subida. El ritmo cardíaco aumenta hasta llegar a una zona de entrenamiento de entre 120 y 150 bpm. La temperatura también aumenta generando abundante sudoración mientras que el cuerpo genera hormonas como la noradrenalina y la hormona del crecimiento.
Es recomendable permanecer entre 20 a 30 minutos disfrutando del calor, y la humedad, si es el caso, ya que el pasar más tiempo dentro de la sauna podría provocar deshidratación, dificultad para respirar y cansancio.
Tipos de saunas
La sauna trae beneficios para los ciclistas, ya sean aficionados o de élite. Eso sí, hay que tomarlas con cabeza y de una forma ordenada. Para comenzar tienes que distinguir el tipo de sauna al que vas a entrar.
El tipo de sauna más común es la sauna finlandesa.
Es un cuarto de madera en el cual la temperatura oscila entre los 80 y los 100 grados centígrados, este tipo de sauna desprende un calor seco. Normalmente se calienta con unas resistencias metálicas, a las que se añaden piedras candentes en el centro y algunas hierbas aromáticas para propiciar la relajación y beneficiar las vías respiratorias.
Existen otros tipos de sauna con diferentes niveles de humedad, como los baños de vapor o los baños turcos. En estas saunas el calor se consigue a partir de vapor del agua, y la humedad es mucho más alta, llegando a ser un poco sofocante. A los deportistas normalmente se les recomienda la sauna finlandesa, en un ambiente seco.
Beneficios de las saunas
Recuperación de los tejidos
La diferencia de la sauna con los métodos locales de aplicación de calor (por ejemplo, geles, compresas de agua caliente, baños con agua caliente, etc.) es que el calor localizado normalmente afectar a la piel y no a los tejidos de una manera profunda, ya que antes de que el tejido muscular llegue a calentarse, la temperatura de la piel podría aumentar demasiado, creando quemaduras y dañándose.
La manera más efectiva de que el calor llegue a nuestros tejidos es la sauna, que afecta tanto al sistema nervioso como al sistema endócrino. La penetración del calor permite aliviar las inflamaciones y dolores asociados con la artritis. El grado de profundidad que alcanza la radiación térmica de una sauna, es de unos 4 cm, suficientes para estimular la sudoración sin producir sensación de sofocación o malestar.
Mejora la circulación sanguínea
El calor de la sauna aumenta el ritmo cardiaco mejorando la circulación de la sangre en todo nuestro cuerpo. Según algunas investigaciones, las personas que visitan la sauna de forma continua tienen menor riesgo a padecer enfermedades cardiacas
Desintoxicación
Al abrirse los poros para la eliminación del sudor, las glándulas sudoríparas se vasodilatan y eliminan toxinas, impurezas de la piel e inclusive alcohol y nicotina.
Vías respiratorias
La sauna ayuda a despejan las vías respiratorias, hace más fluida la mucosidad. Algunas saunas utilizan hierbas como el eucalipto precisamente con el fin de abrir las vías respiratorias y mejorar la respiración.
Adiós estrés e insomnio
Una sesión en la sauna tiene efectos relajantes que ayudan a aclarar la mente, meditar y bajar los niveles de estrés en nuestro cuerpo. La sauna es una práctica recomendada para aquellos que tienen problemas de insomnio. Este efecto relajante es debido a que durante la sesión de sauna nuestro cuerpo libera endorfinas.
Beneficios del sauna con eucalipto
El sauna con eucalipto es conocido por sus propiedades antisépticas y estimulantes, las cuales son especialmente beneficiosas para el sistema respiratorio. Inhalando el vapor impregnado de eucalipto, se facilita la descongestión nasal y bronquial, aliviando síntomas de resfriados, sinusitis y alergias. Esta terapia natural ayuda a limpiar y purificar las vías respiratorias, proporcionando una sensación de alivio y frescura.
Además de apoyar la salud respiratoria, el sauna de eucalipto también potencia los efectos de la relajación muscular. El calor en combinación con el eucalipto puede reducir la tensión y el dolor muscular, ya que promueve una mayor circulación sanguínea. Esto es particularmente beneficioso después de un largo día de trabajo o una intensa sesión de ejercicio, contribuyendo a una recuperación física más rápida.
Al utilizar eucalipto en la sauna, también se aprovechan sus propiedades antioxidantes. Estos compuestos ayudan a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres y el estrés ambiental. El resultado es una piel más limpia y rejuvenecida, ya que la apertura de poros permite una limpieza más profunda y la eliminación de impurezas.
El aroma del eucalipto tiene un efecto tranquilizante y relajante en la mente, lo cual puede ser de gran ayuda para combatir el estrés y la ansiedad. La experiencia en una sauna con eucalipto no solo se traduce en beneficios físicos, sino que también promueve el bienestar emocional, facilitando un espacio de serenidad y meditación que favorece un estado de ánimo más equilibrado y positivo.
Finalmente, la práctica regular del sauna con eucalipto puede ser un complemento eficaz en la prevención de enfermedades. Al estimular la sudoración, se favorece la eliminación de toxinas del cuerpo, y las propiedades del eucalipto pueden ayudar a reforzar el sistema inmunológico. Esto se traduce en un cuerpo más resistente y preparado para enfrentar agentes patógenos, ayudando a mantener una salud integral.
La sauna: el arma secreta para el rendimiento
Entrar a la sauna después del entrenamiento es en realidad el arma secreta de un ciclista de alto rendimiento para competir en el calor o en la altura. Esto permite ajustar los umbrales de termorregulación.
Por lo que al competir en temperaturas cálidas el ciclista se siente más cómodo y el calor es menos severo, de la misma manera ayuda a mejorar el rendimiento en carreras de gran altitud, donde el aire de la montaña es muy seco y deshidratante. Así mismo la recuperación de los tejidos al aplicar calor es mucho más rápida y el mantenernos relajados y con una mente clara nos permite enfocarnos más en nuestros objetivos diarios.
La forma adecuada de tomar la sauna es al terminar tu entrenamiento, debes considerar esperar algunas horas, dependiendo de la intensidad del entrenamiento.
Por ejemplo:
Si realizaste un entrenamiento relajado y sin intensidad puedes esperar de 30 minutos a 1 hora antes de entrar a la sauna. Si realizaste un entrenamiento de muy alta resistencia e intensidad entonces será mejor que esperes de 4 a 6 horas antes aplicar cualquier forma de calor o ingresar a la sauna.
Siempre debes de entrar a la sauna después de ducharte y secarte bien. Permanece en su interior por aproximadamente 20- 30 o hasta que notemos sensación de ahogo, sin llegar a forzarte nunca. Esto lo debes combinar con una ducha tibia o fría de 1 o 2 minutos para conseguir la contracción de los vasos sanguíneos (vasoconstricción) y estimular la circulación sanguínea.
Ya sea que tomes la sauna sentado o recostado, debes asegurarte de refrescar tu cabeza con una toalla o un poco de agua fría cuando sientas demasiado calor, Puesto que la cabeza es particularmente sensible al calor excesivo debido a su elevada irrigación sanguínea y a los mecanismos reguladores del calor en el cerebro.
Al salir del sauna debes ducharte con agua tibia o fría. Una vez que haya terminado en la sauna, rehidrate lentamente en el transcurso de 2 a 3 horas.
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